La situación del Atleti es una auténtica incertidumbre a día de hoy. Sumido en un ERTE para salvar la viabilidad del club, el próximo mercado de fichajes se presenta como muy complicado para el club. Son varias las necesidades, entre cuatro o cinco fichajes, que Andrea Berta necesita cubrir por petición de Simeone. El problema es que económicamente se antoja muy difícil encajarlo todo. La merma notable de ingresos repercutirá como una navaja muy afilada en el tope salarial.
El recorte será notable y la capacidad del Atleti para poder acometer fichajes dependerá más que nunca de las salidas. En el club no preocupa lo más mínima la advertencia del Gobierno de fiscalizar las operaciones que puedan realizar aquellos clubes que se han acogido a un ERTE. La legislación entienden en el Metropolitano tiene muchos grises y en caso de pagar un traspaso ven sencillo poder justificarlo como una inversión para lograr beneficios a futuro.
Pero lo que abundará este año en el cuadro colchonero será fichajes low-cost, supeditados eso sí, siempre a salidas. También se buscarán cesiones e incorporaciones de jugadores libres. Esto último hace que, por ejemplo, Cavani vaya seguro a tomar de nuevo protagonismo en las próximas semanas. En cuanto a las cesiones son operaciones baratas, que incluso con opciones de compra a futuro permitan quedarse en propiedad con jugadores.
Todo esto queda supeditado, además, a la Champions
Todo lo anterior, que ya es austero, se vería complicado a un nivel mucho mayor si el Atleti no se mete en Champions. En el club saben que el agujero económico que eso podría crear sería dramático a la economía del club. Cuando la competición se reanude la presión por clasificarse para la próxima edición de la Champions será mayúscula. Ya no es que la plantilla debiera sufrir un tremendo recorte para ajustarse a un tope salarial austero antes de poder incluso fichar. Es que todos los gastos del club deberían verse reducidos pudiendo provocar medidas como recortes de sueldo o despidos en los demás estamentos del club.