Rayo Vallecano y Albacete afrontan la vuelta de la Liga con una incógnita añadida al resto de equipos. Ambos tienen que disputar la segunda parte del partido aplazado que se suspendió el pasado 15 de diciembre por los insultos proferidos desde la grada de Vallecas a Zozulia. Un encuentro que, según informan desde el club madrileño, esperan jugarlo antes de retomar la competición con el resto de clubes.
En ese partido tiene depositadas muchas esperanzas el Rayo. Los franjirrojos son actualmente undécimos en LaLiga SmartBank con 40 puntos, a seis de la sexta plaza. Para ese partido, calificado de vital por la entidad madrileña, el equipo franjirrojo espera hacer valer su condición de local. Pero también la ventaja de jugar la segunda parte con un hombre más por la expulsión de un rival (Eddy Silvestre).
Pero el partido también es muy importante para el cuadro manchego. Los de Lucas Alcaraz tienen 35 puntos y está fuera del descenso sólo por tener una mejor diferencia de goles con el Deportivo, que es el cuarto clasificado por la zona de abajo. El problema para fijar la fecha de este partido reside en que la resolución de este partido la tiene el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD).
El Rayo recurrió en su momento para poder jugar con público esa segunda parte que ahora, a todos los efectos, ya será imposible. No obstante en juego también está una sanción económica que el Rayo considera desproporcionada y por ello no considera el eliminar su recurso. Esa sería la forma más sencilla de poder fijar fecha y hora por parte de LaLiga, pero hasta que el TAD resuelva no será posible.