La polémica finalización de la primera división femenina ha abierto un debate crucial sobre cómo debería tratarse el fútbol femenino en España ya que, a pesar de ser futbolistas, su liga no se considera profesional.
Una liga “amateur”
A pesar de las constantes reivindicaciones de las jugadoras y los clubes, la Primera Iberdrola sigue considerándose una liga “amateur”, es decir, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no considera al fútbol femenino profesional en ninguna de sus categorías. Esto ha desembocado en la finalización de las ligas de fútbol femenino tanto en primera división como en divisiones inferiores.
El pasado 6 de mayo, la RFEF se reunió para adoptar distintos acuerdos con el fin de resolver todas las incógnitas que habían surgido alrededor del fútbol español durante la pandemia. En esta reunión se adoptaron por unanimidad ciertas condiciones entre las que se encontraban algunas como la dicha finalización de la liga y la ausencia de descensos. Esto significó la salvación del Valencia CFF y del RCD Espanyol, este último tenía el descenso prácticamente asegurado. Por tanto, la temporada que viene tendremos una liga con 18 equipos, ya que, el SD Eibar y el Santa Teresa CD han ascendido de Reto Iberdrola (segunda división femenina).
La reivindicación de las jugadoras
Estas decisiones tomadas por la RFEF han enfurecido a muchas jugadoras y fans del fútbol femenino, ya que, en dicha reunión, no se tuvieron en cuenta los deseos de los clubes ni de las jugadoras y no se dio la opción de poder reanudar la liga en caso de que la situación mejorara. Varias jugadoras, tras leer el comunicado al que debían adherirse, dieron cuenta de que en dicho comunicado se priorizaba a la categoría de juveniles antes que al fútbol femenino, lo que desembocó en una gran serie de quejas y reivindicaciones en las redes sociales.
En una entrevista concedida a Canal Sur, Priscila Borja, capitana del Real Betis Féminas afirmó: “es injusto que no se haya tenido en cuenta a los clubes ni a las jugadoras al tomar la decisión”. También aseguraba que tanto ella como sus compañeras estaban molestas por “la falta de interés de la Federación” ya que Luis Rubiales, presidente de la RFEF aseguraba en una rueda de prensa que la prioridad de la Federación era el fútbol femenino. Otras de sus compañeras verdiblancas, como la holandesa Merel Van Dongen, afirmaba en sus redes sociales: “me duele mucho como futbolista profesional que la federación no nos llame profesionales”. Algunas futbolistas con una larga carrera como Anaïr Lomba (Lombi), jugadora perica y ex jugadora del conjunto ché, sentenciaba en su muro de Twitter: “mientras eso siga ahí, poco o nada podemos decir” refiriéndose a la ley 10/90 del deporte, publicada el 15 de octubre de 1990 en el BOE.
En dicha ley solo se reconocen como profesionales tres ligas y las tres son masculinas: la Liga ACB (1ª división masculina de baloncesto) , la Liga Santander (1ª división masculina de fútbol) y la la Liga Smart Bank (2ª división masculina de fútbol). A estas quejas también se sumaba Vicky Losada, veterana y capitana culé que reivindicaba: “esta situación nos debe hacer pensar en el futuro: debemos ser una liga profesional, que no nos comparen con una segunda B o una tercera porque jugamos Champions, con el mismo calendario que las ligas profesionales».
Por: Ana Almarza Martín Twitter: @anaalmarza_