La crisis del coronavirus en el fútbol solo ha dejado ver la punta de su iceberg. Esa es el hecho de que se tendrá que jugar en verano, tras casi tres meses de parón y que se tenga que hacer a puerta cerrada, con los consiguientes impactos económicos en los clubes. Lo peor, como se suele decir, está por llegar. Y llegará con el comienzo de la nueva temporada.
La caída de ingresos por patrocinios y por jugar a puerta cerrada se dejará notar en casi todos los clubes. Unos lo padecerán más (los de mayor masa social) y otros menos, pero nadie se librará. Todos los clubes tendrán que reajustar sus presupuestos con una pérdida de ingresos muy notable. Y la vía más factible serían los traspasos, aunque con matices, ya que éstos también se espera disminuyan, no solo de valor, sino también en cantidad.
Aun así serán la vía más estable de los equipos para equilibrar su balance y en el Dépor hay dos claros candidatos a estar en el mercado: Diego Rolán y Fede Cartabia. El uruguayo apunta a quedarse en Juárez, cuyo presidente dijo hace un mes que ejecutaría la opción de compra. Por su parte el argentino está cedido en el Shabab Al-Ahli de Dubai. Cartabia mostró hace tiempo su interés en volver a La Coruña, pero es algo que antes ya era difícil y ahora se antoja más todavía. El argentino tiene un caché que podría ayudar a encontrar un destino en forma de traspaso.
Con el traspaso de ambos el Deportivo lograría paliar en buena medida, aunque muy probablemente, no de forma suficiente. Otras medidas u otros traspasos apuntan a ser igualmente necesarios, aunque menos es nada.