El capitán del Real Valladolid, Javi Moyano, ha dejado claro la importancia que tiene «la buena salud mental» para afrontar el regreso a la competición «porque va a ser muy duro jugar las once jornadas cada 72 horas, sin público y en una situación diferente» a causa del coronavirus.
En una rueda de prensa telemática, Moyano ha indicado, este miércoles, que toda la plantilla «se está preparando mentalmente para asumir todo lo que va a venir, con muchos partidos seguidos», pero considera que todos están «muy motivados» y «deseando regresar a la competición».
El hecho de que se haya aprobado la realización de cinco cambios en los encuentros, lo encuentra «muy positivo», porque «va a ver mucha más carga de trabajo para todos, se va a jugar con temperaturas altas y en condiciones más extremas, por lo que es importante contar con más relevos».
Asimismo, se ha mostrado consciente de que «los once partidos que faltan por disputarse van a ser durísimos, ante rivales fuertes, y sin dinámicas que seguir, puesto que estas, tanto las buenas como las malas, han desaparecido después de tres meses sin competición», de ahí que se estén preparando «para llegar en las mejores condiciones posibles».
También sabe que, al haber perdido tanto tiempo de rutina normal, y a pesar de que toda la plantilla ha vuelto al trabajo «igual o incluso mejor» de lo que estaban, gracias a las instrucciones de los preparadores físicos y los nutricionistas, existe el riesgo de lesiones, como ha sucedido con Pedro Porro, que deberá estar parado diez días por una lesión en el cuádriceps.
«Estamos trabajando para minimizar al máximo las lesiones, pero estas son un factor con el que tenemos que convivir día a día y, en este sentido, cuanto más tiempo ganemos para la preparación antes del reinicio de liga, más posibilidades habrá de evitarlas», ha precisado Moyano.
En su opinión, es fundamental estar centrados en ese regreso competitivo «porque nadie sabe lo que se va a encontrar y, por tanto, hay que plantearse estos partidos como si fuera una nueva liga y tratar de quedar lo más arriba posible, olvidando el margen que tenemos, porque pensar en ello sería un error».
Para Moyano «la vuelta al fútbol es una buena noticia, signo de la nueva normalidad -aunque admite que no le gusta esta denominación- porque eso significa que todo se va reactivando y con las garantías adecuadas», ha explicado, añadiendo que «sin público, que es un actor principal, las cosas serán diferentes».
En estos diez días de trabajo, el Real Valladolid ha ido adaptándose a la normativa y ya realiza trabajo en grupos de diez, lo que han recibido con alegría, aunque lo que todos desean ya «es volver a jugar», ya que «los jugadores, donde somos felices, es en el campo, frente a otro rival», ha aseverado.
Y el hecho de haber contado con dos positivos en las pruebas serológicas entre sus compañeros -Óscar Plano y Matheus Fernandes- no ha afectado al buen ambiente del vestuario «porque hay una confianza y una responsabilidad máxima y las medidas se han seguido a rajatabla, tanto aquí, como cada uno en sus casas».
En este sentido, Moyano ha advertido, respecto a las críticas que se han vertido sobre los futbolistas, por haber podido contar con test y con protección, que ellos «nunca han querido ser privilegiados» y han considerado prioritario que los que están «en primera línea de batalla» pudieran trabajar con seguridad «ya que son ellos los que están sacando esto adelante con su entrega».
«Nosotros somos un colectivo secundario, y se esperó a que Sanidad autorizara el regreso al trabajo, con todas las medidas de protección necesaria, por prevención, de ahí que, como futbolista, me haya dolido que se nos tratara como si fuéramos privilegiados, porque nunca lo hemos querido ser», ha insistido.