El Santa Teresa Badajoz está, nuevamente, en Primera Iberdrola. Atrás quedaron esas dos temporadas, primero en el grupo IV de la segunda división y después en el grupo Sur de Reto Iberdrola, dos años en los que demostraron que la apuesta por regresar a la máxima competición liguera era muy fuerte.
Sin volverse locos con los fichajes y apostando por la cantera, mantuvieron la esencia del equipo tras el descenso y demostraron que querían volver. Ya el pasado curso estuvieron a punto, perdiendo en la fase de ascenso frente al CD Tacón tras unas eliminatorias durísimas y con la enfermería a tope.
Pero lejos de desfallecer, el equipo volvió con energías renovadas a liderar el grupo Sur de Reto Iberdrola un grupo potentísimo donde tendrían que enfrentarse a equipos muy trabajados y de altísima calidad, como el Granada FC, el Villareal, el Córdoba, el Málaga CFF o el recién descendido Fundación Albacete, entre otros.
COMIENZO DE LA TEMPORADA
El comienzo fue bastante prometedor. Los nuevos fichajes llegaron e ilusionaron. Alguna volvía de nuevo, como fue el caso de Carola, procedente del Espanyol. Otras, como Carrie Madden, llegaban desde EEUU para vivir una nueva experiencia además de aportar calidad y desborde. La plantilla estaba más que completa, con dos jugadoras por posición, algo que Antúnez está poco acostumbrado a tener.
Mireya, una jugadora de la casa, que llegó siendo una niña y que siempre ha tenido el cariño de la afición, estaba en un estado de forma magnífico y durante los primeros compases de la competición desbordó por su banda y perforó alguna que otra portería. Pero enseguida una lesión de rodilla se cebó con ella y cambió los planes del entrenador.
Mientras tanto, la primera posición de Reto Sur iba oscilando entre el Fundación Albacete, el Granada y el Santa Teresa Badajoz. El Córdoba y el Villareal también andaban por ahí. A veces estaba uno en la cabeza, a veces otro… hasta que el club pacense puso las cosas en su sitio. El grupo era muy competitivo y cualquiera podría vencer a cualquiera. No había tiempo para la relajación ni viaje cómodo. Se sabía que se perderían algunos puntos, pero los demás también y con esa estrategia contaban.
Pasados los primeros encuentros, las cosas empezaron a ir cogiendo velocidad de crucero. No estaban en primera posición, pero no se separaban de la cabeza de la clasificación. Se daban buenos resultados, en gran parte por la facilidad de cara al gol de Belén y de Estefa, un tandem perfecto que bien se pudieron haber encontrado en el conjunto pacense en la aciaga temporada del descenso. Carrie también comenzaba a adaptarse y a aportar esa potencia física propia de las jugadoras estadounidenses. Fernanda Pinilla y Esperanza encontraron hueco en el once titular y pudieron aportar al equipo sus propias características. En cambio otras jugadoras, como Nieves y Derya, no terminaron de adaptarse y pronto separaron sus caminos del equipo de Badajoz.
La primera vuelta terminarían en cabeza, con un punto de ventaja sobre el Fundación Albacete y seis sobre el Granada, que después haría una gran segunda vuelta para acosar al conjunto rojiblanco hasta la finalización de la competición. Alguna derrota contra el Villareal o el CD Femarguín sirvieron para mantenerse con los pies en el suelo, sabiendo que cualquiera podría arrebatarles los tres puntos si no estaban plenamente concentradas.
SEGUNDA VUELTA
Las despedidas de la plantilla dejaban huecos importantes que debían ser completados lo antes posible, ya que impedían el descanso de jugadoras y competitividad en la plantilla. Antúnez siempre ha sido un maestro en hacer un equipo con pocos mimbres (a veces no le ha quedado otra), pero no podían cometer los mismos errores del año pasado y afrontar una segunda vuelta sin fondo de armario. Así es que se movieron en el mercado y trajeron jugadoras que a la postre cumplieron y aportaron esa versatilidad y recambio de jugadoras que se necesitaba.
Peyton, Blanca, Saira y la portera Jess llegaron para completar la plantilla y luchar por el ascenso. La primera de ellas debutó en el equipo de manera brillante y pronto encajó en el esquema del exigente entrenador. El resto fueron apoyando al equipo hasta que el coronavirus cerró los campos de fútbol y se dio por finalizada la temporada.
Esta segunda vuelta se vio claramente destacada por el tú a tú que vivieron, como ya sucediera el año anterior, el Santa Teresa Badajoz y el Granada CFF. El conjunto andaluz recortó la distancia que tenía con las pacenses, aprovechó el bajón del Fundación Albacete que tuvo en esta vuelta y ocupó la segunda plaza que apretaba a las rojiblancas en cada uno de los partidos que disputaban, sabiendo que en cualquier descuido el conjunto granadino podría adelantarles en la clasificación.
Aun así, máxima concentración, partidos ganados frente a magníficos competidores, aventuras como la del autobús parado durante horas por una tormenta de arena en Tenerife y tantas y tantas anécdotas arropando a esta familia deportiva dieron por fin sus frutos y tras pararse la competición, tras haberse jugado 22 partidos, haber empatado tres y perdido otros tres, ahí están, otra vez en Primera Iberdrola.
LO QUE NOS ESPERA
Una vez que la RFEF declaró la finalización de la competición, dando por ascendidos a los dos equipos que fuesen primeros en los respectivos grupos de Reto Iberdrola y que pudiesen ascender, la alegría se desbordó en la familia del Santa Teresa. La mala suerte que quizás en otros momentos vivió el cuadro pacense, esta vez se tornó en alegría, en satisfacción por haber conseguido el ansiado objetivo.
Y no, no fue solo suerte, también fue trabajo, pasión y humildad, algo de lo que saben en este equipo. Porque si bien esta decisión fue injusta por el gran trabajo del Granada CFF y sus considerables posibilidades de lograr el ascenso, el Santa Teresa había hecho méritos sobrados para ir en cabeza de la clasificación. Y eso nadie se lo puede negar.
Los 16 goles de Belén, los 15 de Estefa y los 7 de Carrie Madden solo son la punta de un iceberg. El equipo respondía en la delantera, pero la cancerbera Yoli ha sido un baluarte. Ha crecido como portera en las filas rojiblancas y se ha coronado esta temporada con partidos espléndidos donde ha sido determinante. Sin duda ella y la defensa, dura e impenetrable, han dado valor a los buenos números de las delanteras y ganado puntos allá donde los partidos se estaban poniendo complicados.
Nos espera un apasionado baile de fichajes, un complicado puzzle que dará cabida sólo a las mejores jugadoras, aquellas que tengan lo que hay que tener para estar en Primera Iberdrola y que se ajuste al presupuesto del club. Hasta el momento, la capitana Estefa, la goleadora Belén y Raquel Ayuso han renovado sus contratos y han traído de EEUU una jugadora española, Judith Verdaguer, para apuntalar el mediocampo. Nos quedan aún varios meses para saber quienes más las acompañarán en esta nueva aventura.