La UD Las Palmas no ha cambiado su racha tras el parón. Aunque frente al Girona se vio una imagen bastante mejor que la mostrada frente al Sporting en lo que era el último encuentro oficial del equipo, el 0-0 le sirve de poco aunque enfrente estuviese una de las mejores plantillas de la categoría como era el Girona. En ese encuentro el cuadro grancanario fue de menos a más. Para su entrenador, Pepe Mel, los cambios funcionaron bien, porque «dieron criterio al equipo».
Uno de esos cambios fue el sacar a Pedri del campo. El mediapunta juvenil ha sido la sensación del equipo toda la temporada. Solo cuando Jonathan Viera estuvo en el club, estuvo menos expuesto. Desde entonces ha sido poco menos que el principal canalizador de juego grancanario. Eso trae consigo un gran hándicap; que los rivales, que al principio se sorprendían, ahora lo vigilan mucho más, dificultando su participación en el juego en zonas de peligro.
Ayer, tras tres meses de parón, Pedri fue titular por detrás de Rubén Castro. Como era de esperar siguió siendo titular, pero su trascendencia fue nula. Tanto que Pepe Mel lo sustituyó al descanso y su equipo mejoró. No lo suficiente para lograr la victoria, pero sí para que el entrenador madrileño ya no tenga tan clara la titularidad de su canterano: «Estuvo muy desdibujado», dijo. Pero eso sí, para echarle un pequeño capote después: «no pasa nada, otras veces nos ha dado mucho», concluyó.
Lo cierto es que sin Pedri, al cuadro grancanario le cuesta generar peligro. Por las bandas, Narváez y Benito no generan. Con la entrada de Aridai, si se ganó profundidad, pero estuvo muy solo. En la sala de máquinas, Ruiz de Galarreta tampoco funcionó. Así se demuestra que Riesgo, en el Girona, tuviese una tarde plácida.
Lo único que sí funcionó en el equipo amarillo fue su defensa. Anuló bien a un ataque poderoso como el del Girona y solo a balón parado llevó, eso sí, bastante, peligro. Esto es algo a lo que agarrarse, pero si la UD Las Palmas no quiere pasar apuros, no será suficiente.