Oviedo y Sporting regresaron a la competición tras más de tres meses de espera. Los dos equipos asturianos sumaron un punto tras dos encuentros sin goles que preceden a una importante semana que culminará el próximo lunes con el derbi de El Molinón. El conjunto de Ziganda fue el primero en saltar al verde. Los azules se enfrentaron a la Ponferradina en el Tartiere en un encuentro sin mucho fútbol donde los carbayones pecaron de claridad en los metros finales. El cuadro de Djukic, por su parte, no supo concretar su buen hacer ofensivo de cara a puerta y perdonó, sobre todo en el primer acto, a un Deportivo que visitará el miércoles el Carlos Tartiere para disputar una auténtica final ante los oviedistas.
Empate que, aunque bueno, sabe a poco
- Sensaciones encontradas: El empate a cero de Riazor deja sensaciones encontradas. Por una parte queda el amargor de haber perdido dos puntos con tres ocasiones muy claras perdonadas. Por otro lado se notó a ciertos jugadores faltos de ritmo, lógico tras tres meses de parón. Se pudo ganar, como se pudo perder. Aunque las ocasiones más claras fueron gijonesas y Mariño no realizó una sola parada, eso no oculta que los deportivistas tuvieron dos oportunidades de gol muy claras.
- Ritmo muy alto durante 60 minutos: Lo que si sorprendió, aunque en algunos partidos ya hubo una muestra de que los equipos llegan mejor de lo esperado en cuanto a forma física, fue el altísimo ritmo del partido durante bastante tiempo. La primera media hora de cada una de las partes, hasta la pausa de hidratación, se jugó a un más que aceptable nivel. Evidentemente se notó la falta de forma y en los minutos finales de cada periodo se notó la inactividad.
- La controversia de los cinco cambios: Una de las notas negativas fue la gestión del partido de Miroslav Djukic. El serbio está mirado con lupa. Se juega su futuro en Gijón de cara a la próxima temporada y sorprendió realizando solo dos cambios -el tercero fue una mera pérdida de tiempo-. Al equipo se le notó falto de aire el último cuarto de hora, aunque Salvador tuviese la victoria en su testa. Ahí el Dépor con sus cambios ganó terreno y aunque no creó apenas peligro si hizo peligrar el punto. El serbio se defendió con que los cambios no se hacen por hacer.
- El play-off no admite más pinchazos: El problema que supone el empate es que, aunque es un buen punto de partida, si se quiere lograr el objetivo de alcanzar el play-off no se pueden perder puntos así, ni oportunidades de recortar distancia como era el caso. El jueves toca visitar a un Alcorcón lanzado y que se ha convertido en un rival directo por alcanzar ese sexto puesto. Todo lo que no sea salir de Santo Domingo con 45 puntos dificultará al máximo ese objetivo.
Un punto y mucho que mejorar
- Frío regreso. El encuentro del pasado viernes trajo, en buena medida, lo que muchos esperaban tras varias semanas sin competir. Apenas hubo fútbol en un partido soso en el que la Ponferradina acabó mejor que los azules y dispuso de opciones para llevarse el choque. El buen hacer de Arribas, el mejor en el Oviedo, y Lunin evitó la derrota del equipo. Al escaso juego que se vio hay que sumar la frialdad que supone jugar sin público en las gradas para completar un duelo sin apenas emoción ni nada que reseñar.
- De la falta de ideas en ataque… El Oviedo se marchó del encuentro sin haber disparado entre palos. Los azules no inquietaron al meta rival en ningún momento del encuentro, lo cual supone una situación preocupante. Y a esto hay que añadir el poco fondo de armario que parece tener el equipo en la parte de arriba. Falto de claridad y chispa en la parte de arriba, el único disparo de los azules se produjo en la recta final del encuentro en un lanzamiento de Bolaño que se marchó arriba. Sin duda, el gran punto a corregir de cara al miércoles.
- … A crecer desde la portería a cero. Por contra, sí llegaron buenas noticias desde el otro extremo del campo. El Oviedo dejó su portería a cero en un encuentro donde el buen hacer de Arribas y varias intervenciones de mérito de Lunin dejaron un punto en casa. En una categoría como es la Segunda División, dejar la portería a cero es la primera piedra sobre la que construir un equipo sólido para crecer en la tabla.
- Un punto y una final en el horizonte. El punto no deja satisfecho al Real Oviedo. A estas alturas de la temporada toca sumar de tres en tres. No queda otra. El conjunto asturiano, pese a todo, continúa fuera de las posiciones de descenso tras los diversos resultados que se dieron a lo largo de la jornada. Ahora, los de Ziganda ya piensan en la final del miércoles ante el Deportivo. Un partido clave en la lucha por la salvación. Recordemos que ambos equipos se encuentran con los mismos puntos en la tabla. Eso sí, los gallegos tienen la ‘ventaja’ del triunfo que cosecharon en el encuentro de ida..