El enfado del CD Leganés esta campaña va en aumento según se acerca el final. Por si el club ya tenía pocos problemas antes de la reanudación de liga el comenzar con dos derrotas no ha hecho más que agravar su situación. Han pasado de estar a tres puntos de la permanencia en penúltima posición a ver como dos partidos después se han ido a los cuatro y han caído al último puesto.
Además dos partidos, especialmente el del Nou Camp, que han abierto viejas heridas con los arbitrajes y el VAR. No ya tanto con la expulsión de Javier Aguirre, que finalmente solo le ha supuesto un partido de sanción -se exponía a cuatro; sino por el penalti que se señaló sobre Leo Messi. En el club han sufrido un déjà vu y no entienden como el VAR no corrigió una decisión que en la televisión se ve como no hay derribo.
Pero esa no ha sido la única vieja herida que se ha reabierto. El fichaje de Martin Braithwaite, precisamente por el FC Barcelona, ejecutando su cláusula y sin darle al club pepinero la opción de sustituirle sigue coleando. Más ahora que el Celta, rival directo por la permanencia, si ha podido fichar a Nolito para cubrir un hueco que ha dejado por lesión el portero Sergio Álvarez.
La normativa es diferente y permite esa escapatoria al Celta. Pero en el Leganés se quejan de que para cubrir la lesión de un portero se fiche a un atacante. Consideran en el club que supone una grave adulteración y una aplicación torticera de la norma. Una excepción reglamentaria que no fue pensada para esto; sino para poder reemplazar a un lesionado por otro que actúe en su misma o similar posición.
Todo esto ocurre a menos de 24 horas del trascendental partido en el Visit Mallorca Estadi frente al RCD Mallorca. Una auténtica dramática final por la permanencia, ya que aunque resten jornadas aún estos duelos valen más que tres puntos.