José Ángel Pozo no volverá a jugar esta campaña. El mediapunta del Rayo Vallecano no acaba de recuperarse de su lesión y el club franjirrojo le da por perdido para esta campaña, dado el escaso mes, como mucho mes y medio, de competición que resta. Una lesión extraña, que se inició el pasado y ya lejano 26 de enero frente al Extremadura en Vallecas. El diagnóstico fue una rotura de fibras en el abductor de grado II, lo que le alejaría entre seis y ocho semanas de los campos.
Con el estallido de la pandemia de SARS-CoV2 en toda su fiereza, en el Rayo veían como él y Comesaña, cuya vuelta se preveía también para finales de marzo o abril, serían dos refuerzos de lujo para este tramo final. El vigués lo ha hecho y está teniendo participación, pero el malagueño no. A pesar de que inició el trabajo con los demás, primero en individual, después grupos pequeños y luego en un único grupo. Pero la ausencia de Pozo en la lista frente al Albacete ya fue extraña.
Paco Jémez fue el encargado de dar a conocer entonces de que había sentido molestias en la misma zona de la anterior lesión, pero que no esperaban fuese nada serio. Ahora ya se puede hablar de recaída y el propio técnico lo deja entrever. El club no ha comunicado oficialmente su lesión ya que no emite parte médico alguno, pero el técnico grancanario sí lo ha hecho.
«No termina de arrancar. De hecho, no esperamos que esté para lo que queda. Parecía que sí, pero sigue con sus molestias. Es una pena porque nos vendría fabulosamente bien. Es un jugador que me gusta y nos daría muchísimo, pero no creo que vaya a estar porque ya queda poco», declaró ayer tras el partido en RIazor cuando fue cuestionado por su ausencia de nuevo. En definitiva una ausencia notable teniendo en cuenta el maremoto de partidos, a cada cual más importante, que se avecinan.