El empate en Valladolid ha constatado para el Getafe que tienen un problema en el Coliseum. Es cierto que las sensaciones y el juego mejoraron notablemente ante el cuadro blanquivioleta y que, probablemente los de Bordalás se merecieron mejor resultado. Pero el empate deja al Getafe, a falta de que jueguen Real Sociedad y Valencia en quinto puesto -podría caer a la séptima plaza- y a cuatro puntos de la Champions; ese objetivo que era el sueño de Ángel Torres durante el confinamiento.
El Getafe acumula solo cuatro puntos de los últimos quince posibles. No ha ganado ninguno, aunque en su descargo hay que decir que solo ha perdido uno, ante el Granada y remontándole el equipo nazarí. No obstante y para ver la dimensión de lo que Bordalás ha logrado en el Getafe, esta racha se debe considerar una crisis porque es la peor racha del entrenador alicantino en el banquillo azulón desde su llegada.
Tanto el año del ascenso como posteriormente en Primera nunca habían estado tantas jornadas sin vencer. Hasta la fecha nunca había acumulado cinco partidos sin ganar; lo máximo habían sido cuatro en dos ocasiones. En la temporadas 2017/2018, donde no fue capaz de superar al Athletic Club (2-2), Sevilla (1-1), Leganés (0-0) y Barcelona (0-0) fue la primera ocasión. La segunda, en la pasada campaña (la 2018/2019), donde no pudo ganar al Atlético de Madrid (0-2), Alavés (1-1), Celta (1-1) y Valencia (0-1).
No obstante hay tiempo y mimbres para revertir la situación. Si por algo se ha afincado con sólidas raíces Bordalás en Getafe ha sido por saber solucionar siempre este tipo de problemas. Toca hacerlo de nuevo.