El descenso del Espanyol afectará, de forma clave, a la planificación del próximo curso. Además de que un descenso provocará muchas salidas de la plantilla, algunas seguramente no deseadas por el club, también afectará a los fichajes. Las operaciones millonarias de este mercado de invierno, tanto en cuantía como en calidad de los efectivos, se antojan difíciles. Pero quizá puedan afectar también a operaciones que estaban cerradas y solo pendiente de confirmación como, por ejemplo, el fichaje de Aitor Buñuel (Tafalla, 10 de febrero de 1998).
El interés del Espanyol en Aitor Buñuel ya se remonta a los meses finales del 2019. El navarro fue clave en el ascenso racinguista a Segunda y esta temporada, con un rendimiento de más a menos, ha sido de lo más destacado dentro de un equipo cántabro en absoluta descomposición. En los Campos de Sport de El Sardinero poco menos que esperan la certificación del descenso matemático de vuelta a Segunda ‘B’. Una situación que no dista mucho de la del Espanyol.
Lo cierto es que el cuadro perico tiene desde hace meses un pre-acuerdo con el joven lateral internacional sub-21. No obstante ese acuerdo era para incorporarse al equipo blanquiazul en la máxima categoría, por lo que si no hay milagro y el descenso se consuma, su situación quedará en el limbo. Y es que el jugador podría cambiar de planes en esa situación y buscar el recalar en otro club, ya que al vencer su contrato con el Racing será libre para decidir. Será algo que se conozca una vez la rueda del mercado empiece a rodar.