Objetivos totalmente diferentes en el duelo del Carlos Tartiere

La Liga SmartBank tiene en su jornada número 37 un choque de dos equipos que viven momentos radicalmente opuestos y tienen objetivos muy diferentes. En el Estadio Carlos Tartiere de la capital del Principado de Asturias se ven las caras el local Real Oviedo, con la obligación de llevarse los 3 puntos para sobrevivir, ante un Club Deportivo Mirandés que llega a suelo asturiano con el sueño de asaltar la fase de ascenso para cerrar una temporada histórica en la institución burgalesa.

Es cierto que han pasado muchos meses desde que se vieron las caras por última vez, pero el último precedente entre los dos clubes también sirve para indicar que la temporada está siendo de todo menos positiva para el club ovetense. Visitaron el Municipal de Anduva en la jornada 4 y vieron como un tempranero gol en el minuto 10 de Alfredo Ortuño -que vivía en aquellas fechas una forma cara a puerta increíble- era remontado por los tantos de Merquelanz y Mario Barco en los últimos minutos de partido, perdiendo así 3 puntos que vistos con retrospectiva hubiesen servido para muchas cosas.

Temporadas diferentes, objetivos diferentes

Con la vuelta del fútbol tras el confinamiento debido al COVID-19 parecía que el Real Oviedo mejoraba conforme pasaban las jornadas. Los pupilos del «Cuco» Ziganda funcionaban porque sumaban puntos y gracias a actuaciones como la de Borja Sánchez en el derbi de El Molinón incluso hacían pensar que las buenas noticias iban a llegar y los objetivos se iban a conquistar. Aun así, esta buena imagen no iba a durar mucho más de unos días.

Las dudas volvían a crecer porque no sumaban de tres y llegaba la derrota en Los Pajaritos de Soria ante un Numancia en baja forma que provocaba la vuelta al abismo del descenso. Por lo tanto, los tres puntos ante el Mirandés se presentan fundamentales para poder respirar, y de esa forma presionar a rivales directos como Deportivo de la Coruña, Albacete Balompié o Málaga que viven, como pasa en el conjunto azul, semanas de incertidumbre.

Al coliseo de la calle Isidro Lángara llegará un Club Deportivo Mirandés que está firmando una temporada para la historia. Es un recién ascendido a la Liga SmartBank que ha conseguido firmar unas semifinales en el nuevo formato de la Copa del Rey -eliminaron a Sevilla, Celta o Villarreal y cayeron ante la Real Sociedad– y que peleará hasta la jornada número 42 por participar en los playoffs de ascenso a la Liga Santander. Los de Andoni Iraola solo están a dos puntos de la sexta posición ocupada por el Elche con lo que pueden consolidarse como la gran revelación de la temporada -si es que no lo son ya en este momento-. Así pues, como ocurre en el bando local, también sumar 3 puntos les ayudará a buscar un objetivo que se presentaba como impensable al arrancar esta atípica temporada.

Por ello, el duelo entre Real Oviedo y CD Mirandés está considerado como un partido que puede dejar emociones fuertes por todas las consecuencias traerá. En el lado carbayón un desastre o un momento de respirar y seguir, mientras que en el bando rojillo una nueva alegría que siga llevándoles a cumplir objetivos maravillosos. A partir de las 7 y media de la tarde del primer día de julio conoceremos si la balanza se decanta por el lado de los Borja Sánchez o Andriy Lunin, o si es una nueva tarde mágica para los Álvaro Rey, Matheus Aias o Martín Merquelanz.