Un equipo con jugadoras polivalentes, experimentadas, jóvenes promesas de la casa y un staff técnico de garantías. Parecía ser el cóctel perfecto para una ilusionante temporada para las rojiblancas, pero esa ilusión se llegó a convertir en un punto de la temporada en vértigo. Un vértigo originado por no rematar los partidos, por errores puntuales o por esa suerte que nunca caía del lado del Sevilla. A continuación desglosaremos las virtudes y los defectos de este Sevilla 2019/2020:
Los objetivos iniciales se desvanecieron
Cuando vimos como marchaban las máquinas a principio de temporada, se auguraba un futuro muy positivo para el club. Sin embargo,esta temporada atípica, ha dejado al club undécimo, pero con la sensación de no haber rendido al 100%. Durante gran parte de la temporada se coqueteó con los puestos bajos del casillero. Si equipos como Espanyol o Valencia no hubieran hecho una temporada tan desastrosa, no sabríamos si el Sevilla hubiese tenido que agitar la coctelera para buscar una reacción.
Alineaciones rotacionales
El método de Cristian Toro pareció no terminar de encajar en el sistema de juego, ya que el Sevilla no tenía un once tipo. Cada jornada presentaba rotaciones, hasta en la portería, una posición difícil, ya que la confianza de una portera es clave en su rendimiento. Cata Coll fue la más destacada de las tres grandes porteras que tenía la escuadra hispalense con grandes intervenciones (Sara Serrat y Noelia Ramos sufrieron lesiones que las mantuvieron más tiempo fuera del campo).
Todo bien, pero a la hora de la verdad algo falla.
25 goles en 21 partidos, un dato relativamente bueno. Sin embargo, solo han servido para ganar 6 partidos, empatar en 4 y perder 11 choques. El equipo logró grandes goleadas ( 4-0 en la jornada 1 contra UD Granadilla o 4-3 contra el Valencia), pero también las sufrió (5-1 contra el Tacón o 3-0 frente al Barcelona) muestran la irregularidad que ha mantenido el equipo durante el transcurso de la temporada. La confianza en Cristian Toro en la planta noble del club es total, por ello esta campaña ha podido ser tratada como «rodaje» o «toma de contacto». La buena cara que dejó el equipo contra rivales grandes se vio perjudicada por malos partidos contra rivales que podrían estar en un escalafón inferior.
Temporada sin derbi.
La huelga realizada por las jugadoras durante la temporada y el estado de alarma nos han dejado sin derbi, un partido importantísimo que sirve de termómetro para los dos equipos de Sevilla. Quizás, un duelo entre ambos equipos, podría haber marcado la temporada de manera más positiva.
Fichajes con mayor y menor resultado
Cata Coll y Sara Serrat fueron las dos guardametas que trajo el club sevillista la pasada campaña. La primera de ellas, cedida por el FC Barcelona ha tenido mayor protagonismo al disputar más minutos, ya que sus competidoras han estado parte de la temporada lesionadas.
Yanara Aedo, que tuvo un papel destacable en la cita mundialista, apenas ha contado para el técnico argentino. El resto de fichajes, como Echeverri, Zdunek, Virgy y Falknor si han contando en el curioso sistema rotacional de las alineaciones de Toro.
La Copa, lo más destacado de la temporada
La pandemia ha privado al Sevilla FC de disputar las semifinales de Copa frente al vigente campeón de Primera Iberdrola. Para llegar hasta dichas semifinales, las rojiblancas tuvieron que eliminar al Levante y al Madrid CFF. Un gran logro emborronado por la crisis humanitaria que estamos atravesando.
El Sevilla que viene
La confianza en Cristian Toro, como director del proyecto es plena, ratificado así con su renovación hasta el 2021 por el club. El argentino podrá seguir contando con jugadoras como Echeverri. La defensa colombiana, que ha ido de menos a más ha sido renovada por el club hispalense por una temporada más.
Las que no estarán serán Jeni Morilla, Cometti, que ha sido capitana del club hispalense, Aedo, que apenas contaba para el club, Sabrina Flores, que pone rumbo a tierras americanas, Uchenna Kanu, Falknor, la goleadora Karpova y Olga Carmona, que se le vincula con el Real Madrid.