El futuro de Asier Garitano en el Deportivo Alavés está sellado. El técnico de Bergara no seguirá más allá de esta temporada y eso siempre que la termine. Quedan cinco jornadas y la silla le está temblando más que nunca. La derrota frente al Granada ha abierto heridas que no estaban cerradas del todo, pero si más o menos con hemorragias controladas. Este miércoles noche, Josean Querejeta quiso cesar a Asier Garitano. La derrota frente al Granada hizo que éste quisiese despedir al técnico guipuzcoano de forma fulminante al ser la tercera derrota consecutiva dando una pésima imagen.
Sergio Fernández, director deportivo del equipo, lo frenó según apunta el Diario AS. No es la primera vez que frena su cese, ya que anteriormente ya lo hizo en otra ocasión antes del parón por la pandemia del coronavirus. Pero su destino ahora sí que está sellado. En el mejor de los escenarios, Garitano acabará la temporada y dejará el club. Tiene firmada la renovación automática en caso de permanencia, pero no seguirá ni lográndola. De hecho se juega el puesto frente al Valladolid este fin de semana. Si no hay mejoría, Garitano dirá adios.
En ese caso la opción preferencial es que sea Javier Cabello el que acabe de forma interina la temporada y finiquite una permanencia que se ha complicado ligeramente. Esta serie de derrotas ha colocado a los alavesistas solo con seis puntos de ventaja sobre el descenso con quince por jugarse. Hace falta como mínimo una victoria y una segunda para asegurarse un final tranquilo. Esa es ahora mismo la prioridad del club que, no obstante, ya empieza a abonar el territorio para su relevo.
Mendilibar, la opción número 1
En ese sentido, la opción número 1 de Sergio Fernández es José Luis Mendilíbar. El actual entrenador del Eibar acaba contrato y no hay noticias sobre su renovación, aunque el de Zaldíbar si ha dejado la puerta abierta a negociarla y el Eibar por supuesto quiere que continúe en cuanto asegure, si lo hace la salvación. También el propio Mendilibar ha dicho que, si de él depende, habrá acuerdo para seguir en Ipurúa, pero lo cierto es que este año el entrenador de 59 años ha tenido un terrible desgaste.
Además Sergio Fernández conoce bien a Mendilíbar y sabe que llamarle ahora no servirá de nada pues éste le colgaría el teléfono. No hablará con nadie sobre su futuro hasta concluir la temporada o al menos, haber sellado la permanencia de los armeros. Por eso en Vitoria aguardan el momento de ofrecerle el banquillo local de Mendizorroza tras haber sellado ya el destino de Asier Garitano.