Con el final de la temporada en el horizonte, Atlético y Mallorca afrontaban un duelo con intereses muy dispares. Los bermellones visitaban el Metropolitano con la intención de acercarse más al milagro de la salvación. Por su parte, los colchoneros querían seguir con su buena racha tras el parón y el Mallorca iba a ser su víctima.
El partido se inició con el Mallorca presionando arriba e intentando ahogar la salida de balón local, pero el arreón inicial que esperanzaba a los mallorquinistas, se apagó en un centro cerrado de Pozo y dió comienzo a la presión local. Los de Simeone tuvieron opciones, pero no se encontraban cómodos sobre el terreno de juego. Sin embargo, impulsados por el penalti de Sedlar, los atléticos se acomodaron con el esférico y con la ventaja que les otorgó el gol de Morata ayudó a calmar los nervios por la propuesta balear.
Llegando al final de la primera parte, apareció otra vez Morata, para poner el 2-0 tras aprovechar un centro raso de Llorente.
El segundo acto empezó con el Mallorca que lo intentaba con más corazón que cabeza, pero no fue capaz de generar peligro sobre la meta de Oblak. El esloveno vivió otro partido bajo la tranquilidad que le aporta su defensa. Los colchoneros estuvieron sobrios ante las tímidas intentonas de los pupilos de Vicente Moreno.
A pesar de la insistencia de Kubo por dañar la telaraña local, fue el Atlético el que golpeó de nuevo. Koke puso el tercero en el luminoso tras ver como su chut lejano tocaba en Sastre y entraba en la portería de Manolo Reina, que hoy solo pudo parar un penalti que quedó anulado.
Los bermellones se vuelven a topar con la realidad. Cruda realidad la que afrontan los baleares a cinco puntos de la salvación y doce por jugar. En el otro lado de la acera, el Atlético se afianza en la tercera plaza y sigue dejando buenas sensaciones en el retorno a la competición.