La SD Eibar jugará una temporada más en LaLiga Santander. Hace tiempo que se acabaron los calificativos para elogiar la exitosa trayectoria de los armeros. Será la séptima campaña consecutiva codeándose con la elite del futbol estatal. Enorme mérito para un equipo que comandado por José Luis Mendilibar se resiste, con una identidad muy marcada, a despertarse del sueño que están viviendo.
Se dieron los resultados propicios
La victoria de los armeros en el RCDE Stadium ante el Espanyol por cero goles a dos, junto a la derrota del Mallorca en el Sanchez Pizjuan dejaba de forma matemática a los de Ipurua una temporada más en Primera División a falta de disputarse aun dos jornadas
El triunfo frente a los periquitos fue muy celebrado porque a pesar de que los eibartarras tenían la sartén por el mango, el sufrimiento padecido durante todo el año no ha sido baladí. Con treinta y nueve puntos ha bastado para confirmar su continuidad y ahora tan solo queda mejorar sus guarismos y disfrutar de lo que resta de competición.
El año no ha sido sencillo para uno de los conjuntos más humildes de la categoría. Pero siempre se ha dicho que la experiencia es un grado y en ese aspecto Mendilibar y sus muchachos tiene para dar y regalar.
La claves
Si bien es cierto que desde los primeros compases del campeonato los azulgranas se vieron inmersos en la pelea por eludir las posiciones de descenso. El tener en todo momento los pies en el suelo y aceptar los malos resultados como algo natural dentro del proceso, ha sido vital para no impacientarse ni perder la perspectiva.
Por otra parte mantenerse fieles contra viento y marea a un estilo de juego ya sobradamente reconocido en Mendilibar y sus pupilos ha ayudado en gran medida a potenciar sus fortalezas y camuflar sus debilidades.
El equipo ha sido valiente y generoso en el esfuerzo. La presión alta, entrega, solidaridad y gran capacidad para defender muy lejos de su portería es algo que les ha caracterizado jornada tras jornada. Con balón se han apoyado en hombres virtuosos como Fabián Orellana, Pedro León, Edu Expósito o Inui para canalizar el juego de ataque.
Una ofensiva caracterizada por el gran protagonismo que tienen sus hombres de banda en este esquema. Carrileros que nutren sin cesar de balones a tres de los delanteros más curtidos y peleones de la categoría, Charles, Enrich y Kike Garcia.
En definitiva y a pesar de que el equipo tan solo ha estado dos jornadas en posiciones de descenso y fue al principio del campeonato. El fantasma de la pérdida de la categoría ha planeado por Ipurua durante varias semanas en las que ha ocupado posiciones muy cercanas al precipicio.
Los números como locales no han sido tan contundentes como en años anteriores y a domicilio han tenido muchos retornos de vacio. El parón liguero podemos decir que le vino bien a los eibartarras porque en ese momento atravesaban una racha preocupante y tras la vuelta a la competición se ha visto a un equipo muy centrado y competitivo en el que todos han tenido que arrimar el hombro para lograr el ansiado objetivo.
A preparar la próxima campaña
Tras certificar la continuidad en Primera, ahora toca pensar en planificar una temporada para la que a dia de hoy hay pocas certezas. El director deportivo Fran Garagarza y el entrenador finalizan contrato y junto a ellos hay un ramillete de futbolistas que también podrían desvincularse de la entidad armera.
Escalante y Orellana fueron los primeros en confirmar su marcha. Y tras escuchar a José Luis Mendilibar, parece que el desgaste ha hecho mella en el de Zaldibar y se está replanteando su continuidad en el Club “No sé si el club querrá que siga, o yo seguir. Sabéis que estamos en casa, encantados, pero todo lo que ha pasado, con la pandemia, jugar hasta julio, he terminado muy cansado. Hay que hablar muchas cosas”.
Declaraciones que seguro no tranquilizan a la presidenta Amaia Gorostiza, en la ilusión por recomponer a un equipo que va a afrontar su séptima aventura en LaLiga Santander.