Volver a disfrutar

Un mero trámite. Esta es la mejor definición posible para este encuentro de la última jornada de Liga, ya que el Barça la ha perdido y el Alavés ha conseguido la permanencia. Aquí no hay en juego absolutamente nada y el resultado de este partido es completamente indiferente (hasta se ha adelantado el horario por ello) para el resto pero eso sí, los vascos podrán disfrutar de un partido sin nada en juego contra todo un Barça que, por otro lado, en realidad se juega algo: Las sensaciones.

Empecemos por los locales, de los cuales hay poco que contar porque su trabajo ya está hecho. Lo cual, obviamente, no quiere decir que no tengan una motivación cuando no es así, ya que ganarle a Real Madrid, Barcelona u otros grandes es siempre un aliciente para el resto de equipos de LaLiga. Los blanquiazules, una vez certificada la permanencia en Primera División y como he dicho antes, se sentirán totalmente liberados para intentar conseguir una victoria y darse una alegría para terminar una temporada que se les vino abajo tras la cuarentena pero remontaron tras el cese de Asier Garitano y la llegada de Juan Ramón López Muñiz. El 1-2 contra el Betis puso fin al sufrimiento del conjunto vasco, que podrá celebrar su centenario la temporada que viene en la máxima categoría del fútbol español.

Por otro lado, los vitorianos quieren romper la mala racha que acumula ante el equipo culé en Vitoria, al que no gana desde hace 19 años pero, curiosamente, sí lo hicieron en el Camp Nou durante la temporada 2016-2017 (1-2). Sobre la alineación no podemos decir mucho, porque lo mismo aprovechan para dar minutos a los menos habituales, van con todo o hacen una mezcla.

Respecto al Fútbol Club Barcelona, qué se puede decir que no se haya dicho ya… La pérdida de la Liga era la crónica de una muerte anunciada, como el libro de García Márquez. El club azulgrana se encuentra sumido, desde hace tiempo, en una crisis institucional y deportiva paliada por los pesos pesados del equipo, que al mismo tiempo son el problema de una pérdida de identidad, de ambición y hasta de orgullo, como pudimos ver en Roma, en Anfield o sin ir más lejos la última jornada frente a Osasuna, donde Leo Messi y compañía claudicaron ante un equipo con 10 jugadores sin rastro alguno de rebelión.

Y hablando del rosarino, que habla poco pero cuando lo hace lo hace en condiciones, sus declaraciones post-partido fueron duras pero ciertas, creando un gran revuelo y múltiples interpretaciones sobre a qué se refería el astro argentino. Queda ver si fue sólo palabrería o habrá un cambio de verdad para terminar con buenas sensaciones de cara a la Champions, la última carta que les queda a los culés para no hacer un año en blanco. Aún así, hacer sólo un buen partido no sirve realmente si no le das continuidad, porque como hemos podido ver el partido de Villarreal fue un espejismo. Veremos si los culés vuelven a disfrutar…

Con una convocatoria bastante ajustada de 16 jugadores, Setién tiene las bajas por lesión de los franceses Samuel Umtiti y Antoine Griezmann (además de la de larga duración de Ousmane Dembélé) y por sanción de Gerard Piqué, Ivan Rakitic y Junior Firpo. Sin olvidarnos de Arthur Melo, que no cuenta desde su fichaje por la Juventus.