Hace días, medios locales de Málaga, se hacían eco de un fuerte interés del Espanyol por Keidi Bare (Fier, Albania, 28 de agosto de 1997). El mediocentro defensivo de 22 años ha despachado su segunda campaña con el primer equipo malacitano -a pesar de tener ficha del filial- con una notable participación. Aunque su fuerte carácter y el no rehuir jamás una disputa le ha costado más de una expulsión, sus condiciones son muy valoradas en el RCDE Stadium.
El jugador, que si permanece en el Málaga deberá ocupar ficha profesional el próximo curso, tiene contrato hasta 2022. Esto hace que el equipo que le quiera, sea Espanyol o Getafe que meses atrás también se interesó por él, debe llegar a un acuerdo con el Málaga. En su situación económica, el cuadro costasoleño no se negará a intentar un traspaso, pero lo que no quiere es malvenderlo. De ahí que de traspasarlo sea de forma que aporte un verdadero rédito económico al club.
Por ello ya habrían hecho saber al RCD Espanyol, tal y como informa La Vanguardia, que el precio de salida es de 2,5 millones. Una cantidad notable para la categoría, pero que el club perico puede asumir si quiere. Pero lo que no quiere Rufete es cerrar ningún fichaje, tampoco el de Fran Mérida, hasta contar con la aprobación del nuevo entrenador. Ese, salvo sorpresa mayúscula, será Vicente Moreno y hasta que el de Massanassa dé su OK a la operación, Rufete no moverá ficha.
Keidi Bare aportaría al centro del campo del Espanyol mucho trabajo y despliegue físico en la medular. Además es un jugador que gusta de incorporarse al ataque desde segunda línea. Hasta la fecha acumula 47 partidos en la categoría de plata con un gol y una asistencia. Pero en el plano negativo también ha sufrido 4 expulsiones en año y medio. Algo que el albanés debe corregir.