El descenso del Espanyol a Segunda ha dejado a muchos futbolistas interesantes en el mercado. El resto de equipos, como cada vez que ocurre un descenso, van como aves de carroña a intentar llevarse lo que se considere mejor del equipo que desciende. En este caso no va a ser menos. En pocos días Marc Roca, Darder, Cabrera, Embarba, David López y Raúl de Tomás ya han tenido sondeos u ofertas de equipos para poder recalar en ellos.
La mayoría de ellos, ya que el propio club perico se verá obligado a hacer un fuerte ajuste presupuestario para adaptarse a la realidad salarial de la categoría de plata. Y es que a pesar de que tendrá un presupuesto y un tope salarial nunca vistos en la categoría, debe aligerar su masa salarial y eso pasa por dar salida a, sino todos, varios de los anteriores jugadores a los que, eso sí, ofertas no les están faltando.
Especialmente a uno de ellos que se ha convertido en una pieza codiciada en el mercado: Raúl de Tomás. El delantero llegó en enero al Espanyol por 20 millones de euros y puede salir cedido a cualquier equipo de Primera que asuma su ficha. El problema es que esa condición es una auténtica trampa. Y es que el sueldo del delantero madrileño es de seis millones de euros brutos que el club de destino debe de asumir y a lo que, por ahora, ninguno está dispuesto.
Ni Granada, ni Celta, ni Valencia ni mucho menos el Real Valladolid están, por ahora, en disposición de asumir ese salario. Todos ellos, según informaciones de MARCA y Mundo Deportivo, habrían mostrado interés en él. No obstante, ninguno ha dado el paso ya que lo que esperan es negociar con el Espanyol para que asuma una parte de ese salario. Es decir, negociar una cesión pura y dura, sin ejecutar la cláusula liberatoria de un delantero que, por supuesto quiere seguir en Primera División. Aunque, ahora mismo, esa posibilidad no parece sencilla si el club perico no pone de su parte. El mercado decidirá.