Hoy comienza (y puede acabar) tu camino en esta paranoica Europa League, Sevilla. Las circunstancias no han sido las mejores. Parones, filtraciones, líos accionariales, un positivo inesperado… pero nada de eso puede ser excusa.
Es TU competición.
La que te ha dado la vida.
A la que llegaste de la mano de don Roberto Alés.
La que ganaste dos veces consecutivas ganándote el galardón de mejor equipo del mundo y manteniéndolo.
La que disfrutó; llevándonos a la final de la primera, nuestro querido y añorado Antonio.
La que volviste a ganar, después de dos años de incertidumbre, pasando por todo el surrealismo hecho fútbol (tandas, remontadas, goles en el último suspiro)
La que volviste a ganar dos veces más, encadenando tres seguidas y convirtiéndote en el club con más trofeos en sus vitrinas.
La que pudo ganar y levantar al cielo nuestro segundo ángel, Jose Antonio.
Lo has hecho ya, Sevilla. Y no una, ni dos, ni tres, ni cuatro veces.
Vuelve a hacerlo. Vuelve a transformarte.
Transformarte en ese animal competitivo que siempre has sabido mostrar en TU competición.
No te faltan motivos para hacerlo.
Por ponerle un broche de oro a una temporada sobresaliente en lo deportivo
Por darle una inmejorable última pincelada a ese «cuadro» pintado por Monchi de forma inmejorable
Por Antonio, por Jose, por Roberto Alés, por Pedro Berruezo, por Campanal, por Biri-Biri y por todos esos sevillistas que ya no están con nosotros, pero que observan con ánimo y una sonrisa tu gloria desde el tercer anillo.
Y, como no, por los que pasan por difíciles momentos motivados por esta maldita situación a la que hemos llegado y no para de ponernos a prueba, que no son pocos.
Si fallas, hazlo con honor, por ellos.
Si triunfas, celébralo como merezca la ocasión, por ellos.
Tienes cualidades para hacerlo, tienes alicientes para hacerlo, tienes experiencia para hacerlo, tienes motivos para hacerlo.
No le falles a toda tu gente.
Transfórmate, Sevilla.
