El mercado de verano del Atlético de Madrid va a ser bastante tranquilo. Con el primer objetivo de cerrar cuanto antes la continuidad de Thomas Partey a futuro y de Yannick Carrasco un año más, Diego Pablo Simeone obtendría sus objetivos mínimos. A partir de ahí, según las salidas y ventas que puedan producirse y el dinero que se libere, el Atlético buscará oportunidades de mercado. Más que reforzar ciertos puestos, que sí pueden ser prioritarios, la labor de Andrea Berta en esta atípica ventana de fichajes será estar atento a los saldos.
Ahí podría entrar Marc Roca. El mediocentro del RCD Espanyol no va a seguir en Segunda en el cuadro perico. Es una realidad, como lo es que el Espanyol buscará hacer caja con él. Sin embargo el hecho de que el jugador tiene solo dos años de contrato, que su ficha en la categoría de plata no se ve reducida y la intención del propio Roca de salir del club, minan su fuerza negociadora. Eso hace que lo que hace un año era rechazar ofertas que no se acercaran a su cláusula, ahora no será así.
Así, según Mundo Deportivo y la Cadena SER, el Atlético habría puesto sus ojos en como va evolucionando la situación del barcelonés. Queda mucho mercado y de momento Marc Roca no parece vaya a salir pronto. Son muchos los pretendientes por el mediocentro, pero no hay ofertas. Esas se esperan acaben llegando una vez se vayan terminando las competiciones continentales y el mercado avance.
El Atlético no tiene intención de pujar por él, pero si intentar aprovechar la situación si se torna favorable. Esto es una salida a través de una cesión o un traspaso barato si se logra liberar la masa salarial adecuada. Se estima que el fichaje podría estar entre los 15-20 millones de euros a lo sumo y por esas cifras el cuadro colchonero podría intentar su contratación.
El jugador es del gusto del Cholo y su incorporación liberaría completamente a Marcos Llorente. El madrileño se ha destapado como un eficiente jugador ofensivo. Si al Cholo le dan otra pieza para la medular podría usarlo ahí de forma exclusiva y no fichar a otro delantero. Una solución que, a la vista de los acontecimientos, sería totalmente satisfactoria.