Todos lo querían. El Real Madrid no paró en casi ningún momento de recibir peticiones de cesión por Takefusa Kubo (x). Multitud de peticiones ante la decisión firme, tanto de conjunto merengue como del jugador, de salir cedido un año. Se le llegó a dar por hecho en Sevilla, después se rumoreó que Adidas iba a poner de su parte para llevárselo a Osasuna, pero ha sido el Villarreal quien se ha llevado el gato al agua. Kubo jugará en el cuadro groguet la próxima temporada.
Una pieza importante
Take Kubo llega al Villarreal en un momento idóneo. El equipo groguet ha conseguido clasificarse para Europa de nuevo y, por tanto, la necesidad de tener una plantilla más amplia es imprescindible para Unai Emery. Desde la capital lo saben, pero a pesar de la insistencia del Villarreal no han aceptado incluir una opción con opción de compra para los castelloenenses. De esta forma Kubo volverá al Real Madrid una vez finalice su cesión en el Estadio de la Cerámica.
De esta forma, el internacional japonés llega a un club de mucho mayor calado. Su temporada en el RCD Mallorca, donde consiguió 4 goles y 5 asistencias en 36 partidos, confirmó a muchos el talento que ya sabían unos pocos. Kubo demostró al mundo que tiene mucha calidad y que, pese a sus 19 años, tiene una madurez asombrosa para echarse a un equipo por completo a sus espaldas cuando es necesario. Características como estas son las que han terminado convenciendo al cuadro amarillo.
Emery consigue de esta forma a un jugador muy polivalente para jugar en todo el frente del ataque. Un zurdo al que le gusta jugar desde la derecha y que tiene una gran capacidad de jugar de mediapunta si así se le requiere. Una pieza que puede poner a prueba al veterano gaditano, quien no ha llegado a dar aún todo lo que necesita el técnico de Hondarribia, y que puede dar muchas sorpresas la temporada que viene.