En el CD Numancia, como ocurre con el Deportivo, siguen obcecados en asumir la consecuencia de 42 jornadas en el césped. Esto es un descenso a Segunda División ‘B’. Empeñados y empecinados en reclamar una liga de 24 equipos en Segunda, algo que desde LaLiga se sigue negando con insistencia, en el cuadro soriano están bloqueando la situación hasta el punto más obstruccionista.
Hasta tal punto de que varios de sus jugadores están atados de pies y manos en lo que a su futuro se refiere. La razón es que varios de ellos, con el descenso de categoría quedan libres de su vinculación con el cuadro soriano. Pero al no reconocer éste el descenso no les permite salir libres. Eso dificulta que jugadores que tienen gestiones avanzadas o incluso su fichaje cerrado por otro club, no puedan seguir adelante.
Los principales perjudicados por esta razón son Curro Sánchez (Levante), Higinio (PFC Ludogorets), Escassi y Dani Barrio (Málaga). No son los únicos, pero estos son los casos más notorios de algunos miembros de la plantilla soriana que se encuentran entre el fuego cruzado de una pelea entre el club, LaLiga y la RFEF les mantiene en una situación de total indefensión. Porque, aunque es cierto queda mucho mercado, los equipos pueden cansarse y ellos verse obligados a buscar otros destinos.