Darío Poveda Romera (Sant Vicent del Raspeig, Alicante, 13 de marzo de 1997) se acerca, mucho, al Getafe. El cuadro azulón quiere contar en calidad de cedido -falta ver si tendrá o no opción de compra, aunque apunta a que no- con el delantero del Atlético de Madrid. Con contrato hasta 2022, en el club rojiblanco se tienen muchas esperanzas en el alicantino de cara al primer equipo. De ahí que se antoja muy difícil el Atlético lo deje salir sin asegurarse su vuelta.
El delantero estuvo cerca esta pasada campaña de recalar en Zaragoza. El hecho de que el club colchonero se negase a dejarle ir gratis o cedido lo impidió. Además todo se truncó más tarde cuando en diciembre, el jugador se rompía el ligamentro cruzado anterior de su rodilla derecha y se convirtió en baja para lo que restaba de temporada. Una campaña en la que había comenzado como un avión. Y es que además de debutar con el primer equipo había logrado 10 goles en 10 partidos con el filial.
Internacional en las categorías inferiores con España, dio sus primeros pasos en la cantera del Villarreal. Allí permaneció diez años, desde los once hasta llegar el verano de 2018 al filial del Atlético de Madrid. Se trata de un ariete de 1,87 metros, con un físico poderoso, es especialista en el cuerpo a cuerpo y los movimientos al espacio.
Siendo un punta muy completo, sobresale también en los duelo aéreos y en ser siempre el primer defensor con un buen trabajo en la presión. Algo, ésto, muy apreciado por un entrenador como José Bordalás. Un entrenador, también alicantino, que podría tener bajo sus órdenes a Poveda y a su antiguo socio en el filial colchonero, Víctor Mollejo.