El Sevilla FC gana la Europa League
En un disputado y goleador encuentro, el Sevilla FC se alzaría con la victoria de su sexta Europa League tras superar a un Inter de Milán que estuvo por delante y supo reponerse de una primera remontada sevillista.
La gran final llegó finalmente y la ciudad de Colonia sería la sede. Una final donde el pentacampeón, el Sevilla FC se enfrentaría a uno de los equipos más fuertes de esta temporada, el Inter de Milán. Ambos conjuntos saldrían con todo lo que tenían y con un solo objetivo: ganar el gran trofeo. Todo estaba listo y solo quedaba ver si ambos conjuntos sudarían sudor y sangre, o si uno de ellos sería completamente superior al otro.
Un inicio digno de una final
El inicio de encuentro tendría de todo un poco. Desde una jugada donde podía haber llegado el primero del Sevilla por una mala salida de Handanovic, hasta un nuevo penalti de Diego Carlos. El defensa derrivaba a Lukaku dentro del área ante una gran carrera del ariete belga, siendo él mismo quien ejecutaría la pena máxima. El milagro pudo haber llegado una vez más de la mano de Bono, pero no sería suficiente adivinar el lado a donde iría el tiro del delantero del Inter, ya que el primer tanto subiría al marcador.
El Sevilla saldría con todo tras este mazazo y la reacción no tardaría en llegar. Los centros empezarían a volar sobre el área del conjunto nerazzurri y en uno de ellos aparecería De Jong. El holandés sería más listo que la línea de tres centrales que tenía puesta Conte sobre el terreno de juego y se adelantaría a sus rivales para rematar en plancha un gran centro de Jesús Navas, poniendo así el empate en el marcador.
Mismo guión pero al revés
El partido ya era por completo de los sevillistas y así se iría viendo conforme avanzaban los minutos. El dominio, salvo jugadas verticales italianas, era por completo de los hispalenses y así se reflejaría. El empuje de los de Lopetegui era claro y tendría finalmente su recompensa. Un centro, que parecía más de jugada ensayada, llevaría el balón a De Jong al segundo palo y el holandés, sin cortarse un pelo, pondría el balón dentro de la portería con un gran remate cruzado ante el que poco podría hacer Handanovic.
Pero el fútbol a veces es caprichoso y, al igual que el Sevilla empataría pronto al principio del encuentro, el Inter haría lo mismo. Una supuesta falta de Diego Carlos sobre Lukaku en la frontal del área le permitiría a al conjunto italiano para poner otro centro al área, donde entraría con todo el veterano Godín para poner el 2-2 unos minutos después del segundo tanto del holandés.
El pitido final de la primera mitad mandaba a ambos conjuntos al túnel de vestuarios con una idea clara, el terreno de juego era una batalla campal. La tensión ascendía conforme avanzaban los minutos y los fallos en marcajes terminaban pagándose caros. Tanto Conte como Lopetegui tenían que realizar algunas reestructuraciones si no querían tener más sorpresas atrás, ya que ofensivamente estaban demostrando tener fuerza, aunque algo más los sevillistas gracias a su posesión del esférico.
Diego Carlos responde con una chilena épica
Aquella intensidad no se perdería tras la reanudación. Ambos conjuntos le buscaban las cosquillas a su rival, cada uno con su método, y el partido no perdía el atractivo en ningún momento. Ocasiones claras no habría durante un rato hasta que Lukaku tendría su uno contra uno con Bono, donde el guardameta salvaría a los suyos en una ocasión muy clara para los nerazzurri.
La magia tenía que llegar en cualquier momento y vendría de la mano de Diego Carlos. Había cometido el error al principio del encuentro pero podía ser el salvador de su equipo. Una chilena del central dentro del área, tras un mal despeje del zaguero de Vrij, chocaría con el pie de Lukaku que la empujaría sin querer dentro de la portería de Handanovic. La locura era máxima y con ella llegarían los cambios de un desesperado Conte que veía que se le podía escapar la final a un cuarto de hora del pitido final.
El sufrimiento para los sevillistas comenzaría a raíz de estos cambios. Todo el Inter iría con todo arriba y Koundé empezaría a ponerse la capa de héroe ante las embestidas del conjunto de Conte. Pero durante los minutos finales los jugadores de Lopetegui demostrarían tener temple. Sabían gastar los minutos en cada jugada a balón parado y después defenderían con dientes y uñas hasta el final.
Los minutos pasarían y el Sevilla FC terminaría siendo el sextacampeón de la Europa League. Los de Lopetegui demostraron en la final la categoría de un club que ha dominado esta competición europea hasta ahora y que sigue siendo el máximo favorito cada vez que la disputa. Una nueva Europa League para el Sevilla y el primer título de la era Lopetegui en el conjunto hispalense.
