Un viejo problema en el Levante ha vuelto a aflorar en las últimas semanas. El cuadro granota tiene superado su tope salarial y no puede inscribir a jugadores. Una situación que vivió el curso pasado y que está viviendo de nuevo debido a lo complicado de lograr dar salidas en el plantel. Con ese aspecto bloqueado en casos como los de Hernani o Sergio León, el jugador que asume el rol de víctima está siendo Mickael Malsa.
El centrocampista francés firmó un contrato con el Levante muchos meses atrás y se oficializó su incorporación el 22 de julio. Hizo la pretemporada con sus compañeros, pero fue el ‘elegido’ para no ser inscrito. Una circunstancia que el Levante confía en poder solucionar para la jornada 3 -dado que la segunda frente al Atlético está aplazada- para la visita a Osasuna el fin de semana del 26 o 27 de septiembre.
Sin embargo también cabe la posibilidad de que, si la situación se enquista, el jugador salga. En ese caso la Ponferradina se ha mostrado muy interesado en la cesión del francés. Eso sí, su salida como cedido sería un caso extremo y solo en el caso de que en el cuadro granota no pudiese afrontar su inscripción que también paralizaría un fichaje que está totalmente cerrado como es el de Dani Raba. La llegada del atacante cántabro en calidad de cedido desde el Villarreal está solo pendiente de que el Levante solucione sus problemas con el tope salarial marcado por la patronal.