El partido entre Club Deportivo Mirandés y Real Oviedo finalizó con empate a uno tras un gol de Marco Sangalli cuando el partido tocaba a su fin. El conjunto asturiano salvó los muebles al remontar el gol local en un partido marcado por una climatología adversa.
| CD Mirandés | 1 | 1 | Real Oviedo |
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45 minutos de propuestas diferentes
Desde que Vicandi Garrido diese inicio al encuentro se empezaron a enfrentar dos equipos con estilos diferentes y propuestas futbolísticas adaptadas a un clima que distaba mucho de ser perfecto. El conjunto local utilizaba el balón largo como arma. El destinatario favorito era Jirka, el extremo eslovaco cedido por el Estrella Roja de Belgrado. Por su parte, los visitantes querían más balón y construir juego empezando desde el centro del campo. En esa zona brilló Edgar González, pues buscó robar balones en todo momento.
Con el paso de los minutos la posesión caía del lado oviedista, aunque el Mirandés no desistía de presionar y querer la pelota, consiguiendo llegar con peligro gracias a las jugadas del delantero luso Schutte. Aun así, el Real Oviedo tenía los mejores momentos, y en dos concretamente fue protagonista el trencilla. La primera acción fue protagonizada por una caída de Viti Rozada en el área tras un pisotón. Parecía un claro penalti, pero no era pitado. Esa jugada provocaba además que el extremo de Pola de Laviana se lesionase y fuese cambiado. Marco Sangalli le sustituyó y fue el autor del otro gran momento del primer periodo. Tras un lanzamiento de falta lejano recibió un balón y fue derribado por Bojan Letic. Vicandi Garrido señalaba a los once metros, pero tras el uso de la tecnología anulaba su decisión.
La polémica no desanimaría a los pupilos de Ziganda, pues seguían decididos a buscar la portería defendida por Limones. Especialmente, centraban sus ataques en el lado derecho donde Juanjo Nieto percutía. De esa forma llegó un remate de cabeza de Borja Sánchez tras un centro del ex lateral del Hércules que se marchó fuera por muy poco. Así, el Oviedo no movía el luminoso y el partido se marchaba 0-0 al descanso.
Milagro en el diluvio
La segunda mitad arrancaba con la mejor jugada hasta el momento del encuentro. Bajo un diluvio impresionante, el Mirandés llegaba por banda y centraba para que Moha Ezzarfani rematase en plancha apareciendo desde segunda línea. Era rechazado por un Joan Femenías que tenía que realizar una parada impresionante para que no se adelantasen los locales. El guardameta de Manacor no cesaba en esa ocasión su trabajo, sino tenía que seguir realizando estiradas milagrosas para salvar a su equipo. Paraba dos tiros clarísimos a Schutte y Jirka desde dentro del área que originaban un rechace que tuvo que sacar Edgar sobre la línea de gol.
El Mirandés cambiaba la tónica general del partido. Presionaban más y mejor, y con balón superaban a un intimidado Oviedo. Tras las ocasiones que Femenías sacaba, por fin tenían premio. Los rojillos llegaban por medio de un Carlos Julio que mandaba un centro perfecto. Ningún jugador carbayón defendía bien y provocaba una llegada de Iván Martín totalmente solo. El futbolista cedido por el Villarreal remataba a puerta y lo mandaba directo a la red. Gol y alegría importante entre los pupilos de José Alberto López.
El tanto local era perfecto para sus propios intereses. Por un lado, culminaba unos grandes minutos llenos de jugadas de peligro y desesperación azul. Por otro, como las condiciones climáticas provocaban que el césped de Anduva estuviese con mucha agua, muchos charcos y muy pesado la remontada asturiana se complicaba enormemente.
Con ese contexto de partido, el Mirandés pasaba a defender con todo el resultado. Daban pasos para atrás y se centraban en complicar la vida al ataque oviedista. Los de Ziganda llegaban mucho, pero siempre con la sensación de ser un juego espeso y sin ideas muy claras. Un ataque, como ocurrió en la primera jornada ante el Cartagena, que sufre al no tener una referencia ofensiva del primer nivel para la Segunda División.
El partido parecía destinado a morir con el 1-0 local. No llegaban grandes ocasiones y el juego estaba muy condicionado por el estado del terreno de juego. Pero como esto es fútbol, nada se puede dar por hecho hasta el final del encuentro.
En el minuto 90 lanzaba una falta Juanjo Nieto. Llegaba al central suizo Simone Grippo que abría la pelota a la banda. Ahí aparecía uno de los que siempre rinden en el conjunto azul. Marco Sangalli no se lo pensaba dos veces y mandaba un disparo imposible de parar a la escuadra derecha. Empate en el último segundo. Como dicen en el deporte norteamericano, el Real Oviedo conseguía puntos en el «clutch time«. Locura en la jornada 2.
Con el resultado final, tanto Club Deportivo Mirandés como Real Oviedo suman dos puntos en la tabla clasificatoria. Los de José Alberto viajarán al Heliodoro Rodríguez López de Tenerife para la disputa de la tercera jornada. Por su parte, el conjunto carbayón recibirá el próximo fin de semana a uno de los cocos de la categoría en el próximo partido de LaLiga SmartBank, pues se enfrentará al RCD Espanyol de Vicente Moreno en el Carlos Tartiere de la capital del Principado de Asturias.
| Ficha técnica | |
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| CD Mirandés: Limones; Carlos Julio, Daniel Vivian, Berrocal, Bojan Letic (89′, Mario García); Antonio Caballero, Víctor Meseguer (74′, Javi Muñoz); Mohamed Ezzarfani (79′, Javi Jiménez), Iván Martín, Jirka y Schutte. | |
| Real Oviedo: Joan Femenías; Juanjo Nieto, Simone Grippo, Alejandro Arribas, Mossa; Edgar González, Sergio Tejera, Viti Rozada (19′, Marco Sangalli), Borja Sánchez (82′, Javi Cueto), Samuel Obeng y Javi Mier (65′, Nahuel Leiva). | |
| Goles: 1-0 Iván Martín (58′), 1-1 Marco Sangalli (90+2′). | |
| Árbitro: Iñaki Vicandi Garrido (Comité territorial vasco). Amonestó con cartulina amarilla a Marco Sangalli y Mossa por el Real Oviedo y a Víctor Meseguer, Antonio Caballero y Carlos Julio por el Club Deportivo Mirandés. | |
| Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 2 de La Liga SmartBank disputado en el Municipal de Anduva, Miranda de Ebro (Burgos, Castilla y León). |
De Eugenio Muñoz Fernández para Grada3.