Este fin de semana el Eibar cayó derrotado por un gol a dos en el derbi frente al Athletic Club. Los de José Luis Mendilibar suman un punto en la primeras tres jornadas ligueras. Una temporada más a los armeros les cuesta arrancar la competición. En la jornada intersemanal se medirán, de nuevo en casa, a un rival directo por la permanencia. Deberán enfrentarse a un pasado de malos comienzos ligueros y afrontar el encuentro como si de una final se tratase para no verse en el atolladero a las primeras de cambio.
Un comienzo calcado al de la temporada anterior
Lejos queda la campaña 2015/2016 cuando los guipuzcoanos lograron sumar siete unidades en las tres primeras fechas colocando al equipo en posiciones privilegiadas. Un curso recordado por muchos porque comenzó con tal solo una derrota liguera en las primeras ocho jornadas. Pero los datos de esa temporada no fueron más que un oasis en el desierto. Un espejismo si miramos de forma más global como comienza habitualmente la competición este Club
Hace un año los eibartarras también llegaron con un solo punto a la cuarta jornada liguera. En temporadas anteriores la tónica fue similar. Las derrotas eran lo habitual en las primeras citas. Lo que dio pie a argumentar que a los equipos de Mendilibar les cuesta coger el aire a la competición.
Pero también es cierto que no es como se empieza sino como se acaba. A pesar de que rondar los puestos de peligro a las primeras de cambio no es plato de buen gusto para nadie. Para un equipo como el Eibar, acostumbrado a caminar por el alambre no será inconveniente para continuar trabajando con la tranquilidad y el aval que tiene por méritos propios el técnico de Zaldibar en su afán de dar con la tecla e ir puliendo su particular y valiente estilo de juego.
A Mendilibar se le ve contrariado
El míster tiene motivos para mostrar su insatisfacción. Los escasos fichajes, los cambios de horarios, el VAR, el rendimiento de varios de sus futbolistas. Todo es un suma y sigue. Si a todo esto le añadimos que el equipo ni tan siquiera el día que sumó el único punto que tienen en el casillero frente al Celta ha estado fino. Pues es comprensible que el bueno de Mendi, que sabe cómo pocos de esto, se muestre preocupado.
No cabe duda de que aún queda todo el camino por recorrer. Que seguramente Fran Garagarza trabaja para dotar a la plantilla de nuevos argumentos a los que agarrarse y que tener el objetivo claro dentro de la entidad ayuda a remar a todos en la misma dirección.
Pero el pasado una vez más se ha convertido en presente en la realidad actual que viven los armeros y si en años anteriores comenzar la etapa en subida no era hándicap para el Club el técnico y los jugadores. Parece que esta temporada a Mendilibar le han puesto un puerto de primera categoría en los kilómetros iniciales y habrá que ver como lo gestiona para no perder mucho tiempo de inicio. Lo dicho el partido ante el Elche una final.