Hay jugadores que, sin ser canteranos de un club ni tampoco haberlo conocido hasta que por simples motivos profesionales recalan en ellos, se hacen símbolos de un club. Esos jugadores que normalmente acaban siendo capitanes y respetados por todos los estamentos del club. Eso es algo que ocurre con Unai Bustinza (Bilbao, 2 de febrero de 1992) en Leganés.
El vasco es uno de los capitanes del club que lleva seis años en el equipo. Logró el ascenso en 2016 y se mantuvo fiel al ‘pepino’ desde entonces y hasta ahora que llegó en el momento más duro el descenso. Defensa polivalente, que juega en casi toda la defensa y aguerrido como pocos, ha encontrado en Butarque el sitio que no pudo obtener en San Mamés como canterano del Athletic.
Y es un sitio que no parece querer abandonar, porque este verano, ha tenido la posibilidad de hacerlo. O de al menos, intentarlo. Según informa El Correo, el bilbaíno reconoció haber tenido dos propuestas de Alavés y Osasuna este mercado. Ambos conjuntos, de LaLiga Santander, le ofrecían seguir en la élite, pero Bustinza se mantuvo fiel al Leganés y se quedará en busca de volver a lograr un ascenso como el de 2016.
Pondrá, como fiel soldado pepinero por sexto año consecutivo, los 132 partidos que sumaba entre Primera, Segunda y Copa del Rey antes del inicio de esta campaña. Todo para, como capitán del equipo que dirige José Luis Martí, volver de la mano del Lega a la élite y no a través de un cambio de equipo.