La huida rumbo Londres de Thomas Partey fue un palo para el Atlético de Madrid. En el club colchonero siempre fueron conscientes de que esa posibilidad estaba sobre la mesa, pero lo que no esperaban era que eso fuese a ocurrir en las últimas 30 horas de mercado. La noche del domingo 4 de octubre fue cuando en el club supieron que su marcha iba a ser efectiva y entonces se activó la maquinaria para intentar encontrar un sustituto.
Conscientes de que dispondrían de 45 millones frescos -si bien contra el tope salarial solo podía computar la cuarta parte-, el Atlético se lanzó a por un fichaje que parecía imposible y que, ciertamente, no era. Según informaba estos días en varios artículos La Gazzetta Dello Sport , el Atlético intentó el fichaje de Fabián Ruiz ((Los Palacios y Villafranca, Sevilla, 3 de abril de 1996), del Nápoles durante las últimas horas del mercado.
Una historia en la que se encontró con el visto bueno del jugador, que rechazó una también oferta del PSG; pero que chocó contra un Aurelio De Laurentiis que no estaba dispuesto a rebajar ni un euro de los 70 millones de euros que Fabián tiene como cláusula de rescisión en el Nápoles. Eso hizo que los 50 millones que llegó a ofrecer el club colchonero se quedaran en nada. Todo a pesar de que según la información los propios agentes de Fabián Ruiz estuvieron hasta bien transcurrida la tarde buscando desbloquear la operación.
Sin embargo el dirigente del Nápoles se mantuvo firme. Incluso fue más allá, ya que ofreció al jugador desencallar las negociaciones para su renovación que llevaban meses paralizadas. Lo hizo con una oferta que mejoraba notablemente las condiciones del internacional español y que hizo que el Atlético se quedase, definitivamente y a escasas horas del cierre del mercado, sin Thomas y sin Fabián Ruiz.