Volver a Anduva siempre es especial para el Mallorca. El recinto del Mirandés ha sido importante en el pasado reciente del club balear. En la jornada 6, ambos equipos se han encontrado para seguir con sus buenas rachas.
El partido empezó con un Mirandés más volcado y con un colegiado con la mano suelta. Sastre vio una tarjeta nada más empezar el choque que le condicionó al defensa balear. El Mallorca se quitó la presión de encima y Amath Ndiaye empezó a entrar en juego provocando complicaciones en la defensa rojilla. El africano provocó la primera ocasión bermellona que casi materializó Lago Junior, pero su disparo se fue demasiado cruzado. Acto seguido, fue Salva Sevilla quien tuvo el gol, pero se le marchó rozando el palo.
El Mirandés empezó la segunda parte dando el susto más fuerte. Un chut de Caballero se fue repelido por el larguero, dejando la portería de Manolo Reina temblando. El Mallorca reaccionó y esta vez, Dani Rodríguez remató solo en el área de cabeza, pero su balón salió muy centrado y Lizoain la pudo atajar en dos tiempos.
Tras las dos primeras ocasiones de la segunda parte, los dos técnicos buscaron cambiar el rumbo del partido con diversos cambios. Luis García metió a Cardona para darle mordiente al ataque bermellón y a Febas para acelerar la posesión en los últimos metros. José Alberto también intentó darle brío al ataque con la inclusión de Jackson por Caballero.
El plan de Luis García Plaza, se truncó con la expulsión de Joan Sastre por doble amarilla al cortar una contra de Jackson. El Mallorca se compuso en un bloque bajo y defensivo que complicó la vida a un Mirandés que buscó el gol de la victoria, pero los baleares se consiguieron defender de manera excelsa.
Las acometidas de los locales no fueron suficientes para poder batir a Manolo Reina. Los de Luis García se consolidan como un equipo muy sólido y al que es muy difícil hacer daño. El Mirandés, por su parte vuelve a encontrarse con un empate en casa que le sabe a poco en su carrera por la permanencia.