Fin de semana para olvidar en el Principado. Lo bueno es que en nada, en menos de 48 horas, tanto Sporting como Oviedo ya estarán compitiendo de nuevo sobre el verde. Llega un carrusel de jornadas en las que ambos equipos esperan cosechar buenos resultados. En el caso del Sporting para mantenerse en la cima de la tabla. En el del Oviedo, para escalar hacia esa zona alta. Pero antes de ello, los dos equipos se quedaron sin sumar tres puntos. Al Sporting se le escaparon en el tramo final, aunque bien se podría decir que ganó uno gracias a un paradón de Mariño en la última jugada. Los azules, en un duelo en el que no pasó nada, sufrieron la segunda derrota de la campaña tras volver a verse perjudicados por las decisiones arbitrales.
Si no puedes ganar, empata
- Inferior a su rival: Este pasado domingo el Sporting fue, por primera vez en toda la temporada, netamente inferior a su rival en un partido entero. No fue lo sólido atrás que acostumbra a ser y con balón se empequeñeció ante un muy buen Tenerife. Quizá el plan de David Gallego no funcionó para este encuentro; el rival simplemente cuajó un partido que se espera haga con su gran plantilla o, lo que sí sería más preocupante, el equipo se estanca. Es algo que aún es pronto para cuantificar. Pero en esos partidos, donde no puedas ganar, empatar es un buen premio.
- Sigue faltando oficio y recursos con balón: El mayor problema del Sporting es con balón. Nadie duda de que tiene hombres y jugadores para ser solvente con el balón en su poder. Pero por la razón que sea, cuando lo tiene, se atasca o lo pierde muy rápido. Pedro Díaz, Manu García y el otro día Nacho Méndez, son jugadores para combinar, pero estuvieron muy fallones. Eso impidió que el equipo pudiese generar peligro o ser lo vertical que ha demostrado puede llegar a ser. Solo van seis jornadas, pero aquí empieza a atisbarse el mayor problema de este equipo.
- Mareo al rescate: No obstante, aunque todos esos jugadores de la casa no estén finos, su calidad puede darle un disgusto al rival en cualquier momento. Eso se vio frente al Tenerife cuando entre los tres se fabricaron una jugada aprovechando una buena transición y una de las pocas ocasiones que encontraron espacios en el entramado defensivo tinerfeño se fabricaron un gol que estuvo cerca de significar los tres puntos. además hay que destacar el debut como titular de Pelayo Suárez en la defensa. El canterano mostró sobriedad y aplomo ante el mejor equipo ante el que se han enfrentado el Sporting esta campaña.
- Un portero que da puntos: Y después, como traca final, no hay que olvidarse de quien hace la mejor parada de la jornada y evita la derrota. Ese es Diego Mariño. Nadie duda, en Gijón o fuera, que el vigués da puntos, y no pocos, a lo largo de la temporada. Hasta ahora su participación no había sido tan decisiva con paradas tan espectaculares como la que hizo el domingo y a las que tiene, malacostumbrada, a la grada sportinguista. El punto que permite al Sporting seguir en cabeza de la tabla es de mérito casi totalmente suyo.
Un detalle y un penalti condenan al Oviedo
- Partido gris. Un partido de 0-0. Un choque en el que no pasó absolutamente nada y que el Real Oviedo pierde en dos detalles. Primero un penalti claro sobre Edgar que, incomprensiblemente ni árbitro ni VAR vieron. Una pena máxima, por cierto, de la que sigue sin haber repeticiones. El otro, el tanto encajado. Un gol que llega de la nada, que el Girona prácticamente se encuentra y que le basta para llevarse los tres puntos. Los azules arrancaron mejor que su rival, aunque con el paso de los minutos, el choque se equilibró. Pese a ello, el Oviedo apenas sufrió a lo largo del encuentro, pero volvió a pagar muy caro un pequeño desajuste en la parte de atrás.
- Leschuk. El delantero vale oro. En Girona volvió a ser de lo mejor del equipo. Fijó a los dos centrales, logró ganar el duelo aéreo en los envíos de Femenías y volvió a ser clave para que el Real Oviedo provocase situaciones de peligro sobre la meta rival. Sin balón, el atacante fue solidario a la hora de apretar tras pérdida. Con balón, Leschuk siempre parece elegir la mejor opción. La que permite respirar al equipo.
- El once. Ziganda volvía a contar con todos sus efectivos tras el regreso de Arribas, Nieto y Aburjania. Pese a ello, solo el lateral fue titular en Girona. Christian Fernández, tras un gran partido ante el Sporting, repitió titularidad en el eje de la zaga, con Luchas Ahijado en la izquierda. Nahuel Leiva volvió a repetir en banda, con Borja, eso sí, actuando por dentro. El canterano se situó por detrás de Leschuk en detrimento de Obeng, que por primera vez en la temporada se quedaba en el banquillo. El sistema cambió. De los dos delanteros se pasó a una línea de tres mediapuntas de la que quizás se echó en falta más claridad en los últimos metros.
- Una más del VAR. Y ya van varias a lo largo de estos primeros seis encuentros. La de Girona, al igual que muchas otras, parece incomprensible que no haya sido ni revisada. Un penalti bastante claro que ni árbitro ni VAR quisieron ver. De hecho, ni siquiera hubo repeticiones claras de la jugada. En un momento clave del encuentro, el Oviedo volvió a ser perjudicado. La pregunta que muchos se hacen es cuánto tiempo va a continuar esto.