El Villarreal no puede con el muro cadista

El Villarreal tuvo que conformarse con un empate y no salió líder del Carranza ante un Cádiz que supo frenar las mejores virtudes del cuadro groguet. Aunque no siempre es así, en esta ocasión el empate sin goles refleja lo que fue el partido. Un encuentro de mucha lucha, con pocas ocasiones y con las defensas muy superiores a las delanteras. Eso sí, no faltó tiempo para la polémica. La jugada polémica llegó muy pronto, a los siete minutos. Sacó una falta Alex Fernández, despejó Pau Torres y Negredo chutó de primeras a la red. El VAR advirtió a De Burgos Bengoetxea que se acercó al monitor y anuló el gol por fuera de juego en una acción en la que el partido estuvo parado varios minutos.

El Villarreal dominó el juego de forma clara durante el primer tiempo con una posesión superior que superó el 75%. Pero eso no le sirvió para encontrar huecos en los que crear peligro y hacer daño. Reclamó un penalti a Kubo por contacto con Espino, pero el árbitro interpretó que no era suficiente para pitar una pena máxima.

Un inicio de espejismo en el segundo tiempo

La segunda parte comenzó más movida y habiendo casi más peligro que en todo el primer tiempo. A los tres minutos Alcácer no llegó por muy poco a rematar un centro de Pedraza. La siguiente ocasión, a los siete, fue de Trigueros en un remate raso desde la frontal. Eso sí, fue todo un espejismo porque apenas se supo más en ataque hasta ya el final del partido.

Para los últimos veinte minutos Emery realizó cambios ofensivos y el Villarreal acabó jugando con dos puntas: Bacca y Alcácer. El Villarreal logró encerrar al Cádiz en su área, pero los locales se defendieron con mucha disciplina, sin pasar grandes apuros. Y ya en la recta final, Unai Emery introdujo tres cambios de golpe: Yeremi, Foyth y Peña para refrescar al equipo con vistas a un último asalto. No le dio resultado y hubo reparto de puntos, un 0-0 que satisfizo más al Cádiz, que suma su cuarto partido sin perder en su vuelta a la Primera División.