Polémica victoria del Granada en el Coliseum
El conjunto de Diego Martínez se impuso el equipo azulón gracias a un penalti transformado por Montoro en el añadido de la primera parte.El Getafe, obligado a llevar la manija del partido, no pudo empatar el encuentro.
Dos de los equipos más intensos de la Liga Santander, comandados por los dos entrenadores españoles mejor valorados del campeonato, se vieron las caras en la tarde de hoy en un choque marcado por la energía desprendida por ambas escuadras.
Primera parte de interrupciones y polémica
El partido comenzó marcado por la dureza aplicada por los dos equipos en el choque. La primera amarilla fue para Jaime Mata cuando todavía no se habían llegado a los quince minutos. El ariete azulón salió con una marcha más y a la tercera falta se llevó la cartulina.
Las interrupciones del partido estaban siendo las claras protagonistas del juego, mientras que las ocasiones no terminaban de inquietar a ninguno de los dos metas. Fue en el minuto 34 cuando puso en aprietos a la zaga granadinista, pero su balón se estrelló contra el travesaño de la meta defendida por Rui Silva.
Antes del descanso el Granada pudo sorprender, pero sería en el minuto 45 cuando llegaría la jugada clave del encuentro. Djené se tira con todo al suelo para salvar el disparo de Yangel Herrera, pero el colegiado interpreta que también ha tocado al jugador rojiblanco. Montoro, con algo de suerte, bate a David Soria y adelantó a los suyos.
Arreón final sin fortuna azulona
La segunda parte comenzó de manera distinta a la primera. En el minuto 48 ya tuvo que aparecer Rui Silva para salvar a los suyos. El Getafe, poco a poco iba avanzando metros, arrinconando a un Granada que sabe manejarse en este tipo de situaciones.
Poco duró el ritmo futbolístico, instaurándose de nuevo la falta como jugada más recurrente en el partido. Los locales, que parecían más decididos a ir a la igualada, bajaron el entusiasmo de los primeros minutos.
Bordalás y Diego Martínez comenzaban a mover las piezas del tablero, con objetivos totalmente distintos. El Getafe, esta vez, debía coger un rol poco común en el equipo madrileño. La pelota pasaba más tiempo en su dominio y tenían que romper las líneas defensivas andaluzas.
En el último tramo de partido el Getafe puso el empate en el marcador, pero el tanto fue anulado por un claro fuera de juego. Las numerosas interrupciones por faltas o las entradas de los servicios médicos hicieron que el partido se fuera hasta el 97. El nerviosismo se apoderó del staff técnico local y Gil Manzano tuvo que expulsar a un miembro de ellos.
Finalmente, los tres puntos se marchan para un Granada combativo que supo aguantar el tirón del Getafe, que pudo merecer algo más que la derrota. Los locales, con un partido menos, se sitúan novenos con diez puntos, mientras que el Granada, también con seis choques, se encuentra colíder con el Real Madrid, ambos con 13 puntos.