Ecuador de la maratón de encuentros que estamos viviendo en esta Segunda División. En Asturias, Sporting y Oviedo han concluido esta primera semana tan intensa con sensaciones radicalmente opuestas. Los rojiblancos, que cayeron en Málaga, remontaron el domingo ante la Ponferradina para colocarse segundos a un punto del líder. El cuadro azul, por su parte, no logró el tan deseado triunfo y vuelve a los puestos de descenso tras un empate ante el Rayo y una derrota en Leganés. Dos choques en lo que más preocupa parece ser la parte de arriba. A los carbayones les falta claridad e ideas en los metros finales, donde realmente se decide esto del fútbol. Ahora, los dos equipos se preparan ya para afrontar una nueva semana con dos choques.
Una progresión notoria y notable
- En Málaga faltó la suerte. Incluso ya con la digestión echa del partido frente a la Ponferradina, el partido de La Rosaleda sigue siendo hasta la fecha el mejor del Sporting en lo que va de campaña. Allí al equipo rojiblanco solo le faltó el gol. Ocasiones y buenas las tuvo, aunque perdiese fuelle al final e incluso pudiese perder por más tantos. La variante del 4-1-4-1 que Gallego probó en tierras malagueñas funcionó aunque no tuvo continuidad el domingo frente a la Deportiva donde se volvió al 4-2-3-1.
- El VAR es un cachondeo. Han sido dos partidos en los que los rojiblancos sumaron tres puntos de seis posibles. En parte porque el sistema VAR que venía a aportar justicia y seguridad es un auténtico despiporre y cachondeo. Se admite que, dado que es el mismo sistema para todos, fuese acertado anulando el fuera de juego en Málaga. Pero tras más de 24 horas después es necesario que alguien explique como no se pudo apreciar la invasión de la media luna del área de Kaxe en el penalti que supone el gol de la Deportiva. Sea por omisión o por desconocimiento, el error de Varón Aceitón es de una magnitud que merece, como mínimo, un toque de atención.
- ‘Manudona’ hizo su aparición. Lo que apareció frente a la Deportiva fue la mejor versión del Manu García que todos esperan ver. Ese jugador que es decisorio y definitivo en los metros finales. Lo hizo con un gol y una ‘asistencia’, ya que si bien ésta no contará como tal fue clave en el 2-1 de Álvaro Vázquez. Aunque su gol ‘maradoniano’ influye cierta pasividad del cuadro berciano, la acción de calidad es indiscutible. Lo mismo que su papel en la remontada de un partido por parte del equipo 588 días después.
- El alumno progresa adecuadamente. Ha sido una semana muy provechosa para el Sporting. Aunque quizá tres puntos se pueda ver como un botín escaso por los méritos futbolísticos expuestos en el césped, lo cierto es que ha cortado una racha de tres jornadas sin ganar. Además sigue bien fijado en la zona alta, entre dos transatlánticos de la categoría como Espanyol y Leganés. Equipos que se han gastado cuatro veces lo que tiene el equipo gijonés. Pero clasificación al margen, que es segundario en estos momentos, lo más provechoso es que el equipo crece. Apoyado en jugadores como Pedro Díaz o Gaspar, que evolucionan junto a él.
Preocupa el ataque
- Imprecisos ante el Rayo. El Oviedo igualó ante los madrileños en un partido en el que tuvo sus opciones. Estas llegaban, casi siempre, con Leschuk como principal protagonista en el inicio de la jugada, pero nadie lograba tener la claridad para que la acción acabase con un buen sabor de boca para los azules. No fue el día de las bandas. Sangalli y Nahuel lo intentaron, pero las cosas no salían. Tampoco apareció Borja en la medida en que se esperaba. El Oviedo se atascó no solo de cara a puerta, sino también unos metros más atrás, en esa línea de tres cuartos en las que se empiezan a ‘cocer’ las ocasiones. Ante el Leganés ocurrió algo similar. La parte de arriba es la asignatura a mejorar.
- Leschuk soluciona muchos problemas. Aunque de momento no haya visto portería, el atacante aporta mucho al equipo con y sin balón. El Oviedo no se lo piensa cuando se ve asediado. Se abre la opción de jugar directo con un punta que maneja muy bien las espaldas. Pero, como hemos dicho, no ha encontrado hasta el momento ese socio que convierta en gol su aportación. Al delantero le viene bien un jugador al lado que sepa aprovechar sus movimientos. Además, el ariete también destaca en el trabajo sin balón, donde se está mostrando muy solidario a la hora de apretar tras pérdida o ser el primero en iniciar la presión.
- Revolución en Butarque. Hasta diez cambios introdujo Ziganda respecto al encuentro ante el Rayo. El técnico carbayón ya había expresado en la rueda de prensa previa al choque que habría rotaciones, aunque era difícil imaginar que fuesen tantas. El Oviedo hizo un muy buen trabajo en los primeros sesenta minutos, sobre todo en el apartado defensivo. Pasada la hora de encuentro, el preparador oviedista decidió introducir más mordiente arriba, pero se encontró con un tanto en contra nada más hacer los cuatro primeros cambios de una tacada.
- Los regalos condenan. A lo largo de estos primeros encuentros ligueros, y en estos dos últimos no iba a ser distinto, venimos contando que el Real Oviedo suma con la solidez defensiva como base. Un aspecto que provoca que el día que se falle en la parte de atrás sea muy complicado sumar, ya que el balance ofensivo, por ahora, no está siendo el esperado. Los azules pecaron de blandos en el primer tanto del Leganés y cometieron un grave error en el segundo. Pese al gol de Obeng, el equipo no dio la sensación de poder hacer frente a un Leganés que con muy poco se llevó los tres puntos.