Victoria balsámica del Barça en Turín
Una gran versión de los azulgrana tumbó a la Juventus de Morata, al que anularon tres goles
Ganar o ganar. Esa era la premisa del Barcelona para el encuentro ante la Juventus tras caer el sábado en el Clásico. Y no solo ganó, sino que convenció en un buen partido en el que brillaron varios futbolistas que no pasaban por su mejor momento, como Griezmann o Dembelé. Precisamente el francés fue el encargado de abrir una cuenta que cerró Messi al borde del final (0-2).
El Barça saltó al Juventus Stadium herido, con la dura derrota ante el Real Madrid todavía coleando en el ambiente. El elenco de Koeman salió a morder, con la intención de resarcirse de lo ocurrido el pasado sábado. A los dos minutos, Griezmann estrellaba un balón en el palo que avisaba al cuadro bianconero del propósito culé. El aviso no fue en vano. A los trece minutos, Dembelé inauguraba el marcador con un derechazo que tropezaba en un defensor antes de entrar mansamente en la meta de Szczesny.
Poco tardó en llegar la reacción de la Juve. Un minuto después, Morata batía a Neto en el mano a mano. Fuera de juego. Lo que no sabía el delantero madrileño era que iba a ser el primero de los tres que le iban a anular en una de sus peores noches como futbolista. El punta, acostumbrado a bailar en el límite del offside, pudo haberse llevado el balón a casa si hubiera estado unos centímetros más retrasado que su defensor.
Otro que pudo hacer más goles de los que hizo fue Messi, que erró varias ocasiones impropias de él. En el 22’, Griezmann, omnipresente sobre el verde turinés, habilitó de tacón al argentino, que cruzó en exceso su disparo. Jordi Alba también pudo aumentar la renta blaugrana antes del descanso, pero su definición se fue cerca del palo.
Tras la pausa para el bocadillo, la tónica del partido fue la misma. El Barça dominaba la posesión y disfrutaba de las mejores ocasiones, pero bailaba sobre el alambre sin matar el partido. En el otro campo, Morata marcaba su tercer gol de la noche pensando que a la tercera iba la vencida. Pero no. Kulusevski y Rabiot también probaron fortuna con dos disparos que no inquietaron a un Neto que apenas tuvo que emplearse.
La expulsión de Demiral acabó de decantar la balanza a favor del cuadro culé, que sentenció el partido en el descuento. Un penalti tonto de Bernardeschi sobre Ansu Fati fue transformado por Messi, que sumó su tercer gol de la temporada, todos ellos desde los once metros.
Con esta victoria, el Barcelona encarrila su clasificación. Los de Koeman suman seis puntos de seis posibles, y aventajan a la Juventus en tres. Dinamo de Kiev y Ferencváros cierran el grupo con una unidad cada uno. Además de lograr los tres puntos, el cuadro catalán respira y ahuyenta los fantasmas de los últimos resultados. El sábado, ante el Alavés, siguiente capítulo de la reacción culé.