Toril firma un doblete que eleva al Murcia

Esta tarde se ha vuelto a vivir en la Región de Murcia uno de esos duelos típicos y llenos de emoción: un derbi. El Lorca Deportiva recibió en el Artés Carrasco a un Real Murcia que únicamente ha disputado un partido de liga a estas alturas de la competición. Eso sí, a pesar de que el conjunto entrenado por Urbano haya disputado todos los partidos, no suma más de 2 puntos frente al punto de los pimentoneros, por lo que el haber disputado más encuentros no debería ser excusa para los visitantes. 

El derbi regional comenzó con imprecisiones y bastante miedo de ambos conjuntos, pero si se tuviera que destacar a alguien en el tramo inicial, sería al Lorca. El local sabía cómo jugar en su casa y achicaba el área murcianista, mientras estos no hallaban la manera crear ocasiones ni salir a la contra. El conjunto lorquino superaba por bastante en juego al pimentonero, que acumulaba cada vez más inseguridades en su zona defensiva. Adrián tampoco sabía qué indicar a los suyos, encontrando en la salida de balón el mayor problema. Al Real Murcia le quemaba el balón en los pies: las ocasiones duraban poco, no llegaban lejos y las posesiones eran más bien cortas.

Hecho jirones, el equipo pimentonero casi recibe un gol más que tonto en un despiste de toda la defensa y el portero. Marcos Legaz se quedó sin marca en una contra y estuvo a punto de mandar el balón al fondo de la red tras botar en el palo, si no hubiera sido porque Tanis le puso fin a su trayecto. Legaz se quedaba a muy poco de cumplir la famosa «ley del ex». Le temblaban las piernas a la zaga grana, pero la reacción tras el susto fue instantánea. 

Y es que dos jugadas después de el «casi» gol del Lorca, el Murcia abrió el marcador. La jugada del gol comenzó en una falta en zona de tres cuartos, Colgó el esférico Yeray, la recibió Youness y asistió a Toril para finalizar una jugada totalmente imprevista. Ante todo pronóstico, llegaba el gol pimentonero en un encuentro que los de Urbano parecían haber controlado. Pero el fallo defensivo del equipo de «la ciudad del sol» fue garrafal y dejó a cuatro jugadores del Murcia solo ante el portero en posición válida. El encuentro dio un vuelco y el conjunto grana volvía de entre los muertos para obtener el dominio del verde, aunque fue un dominio breve.

El Lorca volvía a ser el más peligro y paseaba por el borde del área visitante. Tanis comenzó a aparecer bajo palos, con inseguridad, pero actuando correctamente cuando le tocaba. Y cuando tenía que gritar a sus defensas lo hacía; se jugaban tres puntos en un división en la que se podían conseguir como máximo 54. El descanso acechaba y el juego cada vez se centraba más en el centro del campo. El Real Murcia cedía progresivamente toda la posesión al Lorca, acumulando hombres en su defensa que sirvieran a duras penas frenar el avance. El conjunto lorquino no le facilitaba la vida al centenario visitante y seguía deseando que uno de los balones colgados no fueran rechazados de nuevo.  

Todo apuntaba a que se llegaba con ventaja del conjunto rojiblanco, pero los blanquiazules venían avisando y acabaron poniendo el empate. Oliva conseguía introducir el esférico donde más dolía, pegado al palo contrario del portero, imparable. Adrián veía sus planes alterados, pues ya veía a su equipo cerrando la primera mitad con ventaja y, a un minuto del descanso, le empataban. Se acababa la primera mitad con una muy buena ocasión de Iván Pérez y Chumbi que, sin embargo, no entraba entre los tres palos. 

La segunda parte empezaba sin miramientos y los blanquiazules iban con todo desde el principio ante una defensa hecho puré. Estuvieron a una mano de Tanis de lograr marcar, pues Mamadou disparó y, tras salvarla el meta grana, el esférico chocó con el larguero para finalmente irse fuera. Las sensaciones eran, si cabe, peores a las de la primera mitad y pronosticaban con casi total seguridad una victoria del Lorca. Defensa y portero estaban muy inseguros y el planteamiento táctico no recordaba nada al del Adrián de la temporada pasada. El ataque lorquino era prácticamente lo único que se veía desde el principio de la segunda mitad, el joven Mamadou lo intentaba, esta vez desde algo más lejos, y su disparo se marchó rozando el palo derecho.  

La sensación del encuentro era de que el 2-1 era cuestión de tiempo. Y fue entonces cuando el Murcia hizo lo más difícil. En un momento de lucidez puntual en ataque, Yeray colgó un centro muy bueno para que Toril se elevara y, en un remate acrobático, lograra lo más inesperado, cambiar el rumbo del partido. El manacorí Alberto Toril conseguía su primer doblete en su etapa como jugador profesional y supuso el gol de la victoria al final del partido. El Lorca no volvería a ser el mismo tras ese gol, cediendo las riendas del partido a los rojiblancos. El conjunto pimentonero haría méritos para meter el tercero, especialmente en una jugada en la que Junior brilló con luz propia, yéndose de tres jugadores y cerrando la jugada con un chut que se quedó a medio metro de entrar. 

El tiempo del conjunto lorquino se iba agotando y el Murcia estaba siendo capaz de rechazar todas las ocasiones lorquinas gracias a unos cambios muy acertados. Pero no habían dicho su última palabra los locales, pues en caso de definir bien Bolo una gran pase al hueco en frente de Tanis, podrían haber igualado el encuentro a 6 minutos del final, que habría quitado casi todas las posibilidades a los pimentoneros de ganar el encuentro. El Real Murcia reaccionó y acabó el encuentro creando mucho peligro en el área blanquiazul, quedándose los pupilos de Adrián muy cerca del tercer tanto que habría cerrado el partido definitivamente.

Se acabó el encuentro y venció el Murcia un partido en el que jugó francamente mal, pero sus pocas ocasiones claras acabaron entrando en portería. El Lorca Deportiva debe mejorar de cara a puerta, pero en juego es un equipo competitivo que, haciendo las cosas bien, debería salvarse sin sufrir en exceso. Toril completó un partido brillante en el que su participación fue fundamental para la primera victoria de color grana de la temporada.