Si por algo se ha caracterizado desde que Paco López asumió la dirección del Levante, es por ser un equipo que buscaba sin pudor de ningún tipo la portería contraria. Y no solo la buscaba, sino que la encontraba. siendo esa capacidad goleadora gran parte de su éxito. Pero esto es algo que esta campaña no está funcionando. Por bajo rendimiento, ausencias, lesiones o simple mala suerte, el club granota está logrando menos goles que otros años. Y eso explica en parte su mala clasificación.
A estas alturas el pasado año y hace dos, el Levante sumaba varios goles más. Si este año suma ocho, el pasado sumaba diez y hace dos campañas sumaba doce. Entonces, tras ocho jornadas, el Levante era undécimo con diez puntos el pasado curso y décimo con once puntos hace dos. En ambas campañas, el descenso lo marcaban equipos que sumaban siete puntos, por los seis que suma ahora el cuadro granota.
La faceta defensiva, tampoco carbura
Pero esa diferencia de clasificación y de puntos no solo se explica con los goles marcados. Los ocho goles del Levante en ocho jornadas solo los superan ocho equipos, mientras que otros dos tienen esos mismos ocho goles. Ahí entra el problema de la solvencia defensiva y los goles encajados. Ahí el Levante suma trece, solo superado por otros cuatro equipos de los que, salvo el Betis, son sus compañeros de descenso o el Celta, que marca la salvación. No obstante, dada la idiosincrasia de Paco López, en otras temporadas, las cifras de goles encajados fueron similares.
Por ejemplo, el Getafe y el Cádiz, con los mismos goles anotados que el Levante, suman cinco y ocho puntos más. Algo que se explica en que han encajado solo nueve goles y han sabido cerrar mejor su portería.