Sergio Pérez fue, sin lugar a dudas, la mayor sorpresa del domingo en un caótico Gran Premio de Turquía. El mexicano, que partía tercero, logró su primer podio de la temporada al cruzar la línea de meta en segunda posición. De esta manera, el piloto de Racing Point iguala su mejor resultado histórico en la Fórmula 1 y se sitúa cuarto en el Mundial.
Un fin de semana que prometía…
El fin de semana del mexicano no pasó desapercibido en ningún momento. El viernes sacó lo mejor del Racing Point en seco en una pista recién asfaltada que parecía de hielo. Pérez mostró una gran solidez en las tandas largas y fue rápido a una vuelta. Pero el momento de «Checo» Pérez llegó a partir del sábado. En cuanto la lluvia empapó el Istanbul Park, el mexicano voló y fue capaz de meterse entre los grandes. Sólo un error de Antonio Giovinazzi, que le obstaculizó en la Q3, impidió que Pérez se alzase con la primera pole de su carrera. Su compañero, Lance Stroll, aprovechó el encontronazo de Pérez con el italiano para adjudicarse la pole, mientras que «Checo» tuvo que conformarse con la tercera posición.
Y que culminó brillando bajo la lluvia
Todo se puso de cara para el mexicano el domingo. Su gran salida, superando a Verstappen, dejaba al mexicano en la segunda posición, lo que permitió a los Racing Point escaparse. Poco a poco, los de Silverstone fueron perdiendo ritmo conforme la pista se secaba, pero Pérez aguantó las embestidas de Verstappen y se puso líder en la vuelta 36 con el pit stop de Stroll, que dejó los neumáticos en las lonas. Sólo Hamilton pudo superar a Pérez, que se quedó en pista. El mexicano logró mantener la segunda posición en una pista prácticamente seca en la que los dos Ferrari volaron, pero su pericia y una pasada de frenada de Leclerc en la última vuelta hicieron posible el milagro. Tan crítica era la situación de «Checo» que, tras la carrera, aseguraba por la radio que si hubiese durado una vuelta más “las ruedas habrían explotado”.
El futuro de Pérez, en el aire
Esta actuación reabre el debate sobre el futuro de un Sergio Pérez que aún no tiene asiento para la próxima temporada. Desde el anuncio del fichaje de Vettel por Aston Martin, Pérez se encuentra en la cuerda floja. Sólo Red Bull y Haas podrían acoger al mexicano a estas alturas, que ya empieza a plantearse la opción de tomarse un año sabático. La escudería de las bebidas energéticas aún no ha decidido quién acompañará a Max Verstappen en 2021, y siguen a la espera de la reacción de Albon para renovarle. Si los resultados del tailandés siguen sin llegar en las tres carreras restantes, a Pérez se le abrirían las puertas para ocupar el asiento más anhelado de la parrilla.
A la espera de Red Bull mientras en Haas siguen atentos
Red Bull aún no tiene una decisión tomada, y parece que no anunciarán su dupla de pilotos hasta que termine la temporada. El entorno de «Checo» sigue en contacto con Helmut Marko, que pide paciencia al mexicano. La escudería austríaca quiere ganar tiempo, ya que su prioridad parece haber cambiado y siguen a la espera de una buena actuación de Albon para justificar su continuidad.
Por otro lado está la opción de Haas, que también va a esperar hasta final de temporada para anunciar su alineación. Con un asiento que, salvo sorpresa mayúscula, será para Mick Schumacher, la duda es quién acompañará al alemán. Nikita Mazepin era la primera opción de los americanos, pero siguen muy atentos las negociaciones de Pérez con Red Bull. Esta operación sería un gran triunfo de Haas, que contaría con un gran piloto para reflotar su proyecto y que, además, sería un gran escaparate para atraer inversores mexicanos.
La gran duda es si Pérez aceptaría ir a un equipo de la zona baja de la tabla. En los últimos años hemos visto que es muy difícil volver a la Fórmula 1 cuando un piloto sale de la parrilla. El caso de Hülkenberg es el ejemplo más claro de que estar parado un año puede suponer un duro golpe a la carrera del mexicano. Pero Pérez no parece estar dispuesto a verse peleando en la parte trasera de la parrilla, y en los últimos días ha asegurado que “el año sabático es una opción”.
A Red Bull le sobran los motivos
«Checo» Pérez es uno de esos pilotos que aportan algo distinto a la Fórmula 1. Es un carrerista de diez, uno de esos conductores a la vieja usanza que cada fin de semana hace bueno el primer mandamiento de la Fórmula 1: los puntos se ganan los domingos. La categoría reina no puede permitirse perder a uno de los mayores talentos de la parrilla, y tampoco en el aspecto económico. La marcha de Pérez sería un duro golpe para los intereses estratégicos de Liberty Media, que perdería un mercado de decenas de millones de espectadores como el latinoamericano.
Pero sin duda, lo que más ilusiona a los aficionados, es poder verle en un coche competitivo y luchando de tú a tú con Max Verstappen. Esa sería la prueba de fuego para dirimir si el mexicano es simplemente un buen piloto o puede estar entre los más grandes. El mundo de la Fórmula 1 espera impacientemente la resolución de este culebrón que, probablemente, se prolongue hasta bien entrada la Navidad, con la esperanza de poder ver a Pérez en Red Bull como regalo para los aficionados.
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