El Girona ha pasado de tener un límite salarial de 29’2 millones de euros, el más alto de la temporada pasada en Segunda División, a los 4,3 del curso actual. Se trata del segundo más bajo de la categoría de plata, solo por encima del Málaga CF. No obstante, la entidad gerundense habrá excedido a final de temporada esta cantidad hasta situarse entre los 10 y los 16 millones.
Al igual que otros 16 clubes de los 42 que juegan en LaLiga, el Girona se ha acogido a la posibilidad que ha abierto el ente para que, ante el contexto de la pandemia de COVID-19, los equipos puedan exceder el límite impuesto. Eso sí, con unas condiciones que incluyen el estar saneados y que hayan presentado un plan financiero que avale la viabilidad y la sostenibilidad del proyecto.
De esta forma, el Girona, en sintonía con sus accionistas, ha intentado hallar el equilibrio entre confeccionar una plantilla competitiva para aspirar a luchar por volver a Primera División y adecuarse a la realidad. Ésta muestra que sus ingresos han bajado un 80% desde la segunda y última temporada del club catalán en la máxima categoría; la 2018/2019.
Así pues, aprovechando esta posibilidad, en lugar de tener el segundo límite salarial más bajo de Segunda, tendrá, en la práctica uno de los más altos. Pero para que el exceso de esta campaña no repercuta demasiado en el límite salarial del próximo curso y el límite salarial de la temporada 2021-22 no sea aún menor que el de esta, el Girona deberá compensar este exceso consiguiendo ingresos extraordinarios. Esos tendrá que lograrlos por ventas de futbolistas o con ampliaciones de capital; bien de los accionistas que ya forman parte del proyecto o de nuevos inversores.