La Federación de Peñas del Celta de Vigo criticó este martes la campaña de abonados puesta marcha por el club, y solicitó a la junta directiva que preside Carlos Mouriño que reconsidere la «fórmula» elegida porque «ni es el momento ni son las formas».
En su comunicado de prensa, el colectivo que agrupa a más de un centenas de peñas considera que el Celta no está siendo comprensivo con la «grave» situación económica y social que está provocando la COVID-19.
Por ello, proponen que los 50 euros que exige el club para la renovación del abono se descuenten de la próxima temporada, o que, en caso contrario, no se haga efectiva la pérdida de la antigüedad y la retirada del asiento en Balaídos.
En este sentido, apuntan que ambas medidas serían «un golpe muy importante» para los aficionados, sobre todo para aquellos que llevan «muchos años» renovando su carnet de abonado.
La Federación de Peñas también señala que el momento elegido por el Celta para lanzar su campaña de abonados es «el peor» porque es «imposible» pensar en el regreso de los aficionados a Balaídos y la situación deportiva del equipo, al borde del descenso, no es nada ilusionante para el celtismo.