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Hayward se aleja de Boston

Gordon Hayward y los Celtics separan sus caminos (Foto: nba.com)

Este viernes se conocía la decisión de Gordon Hayward de no hacer efectiva la opción que tenía el jugador de renovar por una temporada más por los Celtics. El alero de Indiana renucia a 34 millones de euros, a cambio de salir como agente libre y escuchar ofertas de otros equipos.

La decisión de Hayward no ha pillado por sorpresa a casi nadie. Ya, a lo largo de esta semana, varios medios se hacían eco del rumor de una posible decisión del jugador de salir como agente libre, así como de un posible interés de Boston de buscar una salida beneficiosa para ambos.

En busca de protagonismo

Lejos de las prioridades de otros jugadores, el alero de Indiana, ha decidido priorizar su importancia en un nuevo proyecto deportivo, antes que asegurarse unos nada desdeñables 34 millones de dólares. Además, se rumorea que el jugador se siente algo dolido por su fata  de relevancia en Boston, donde se ha visto sobrepasado por la pujanza de Jayson Tatum y Jaylen Brown.

Hayward quiere volver a sentirse importante. (Foto: nba.com)

Entre sus opciones de futuro, en  forma de contrato multianual, han sonado con fuerza los New York Knicks, en plena restructuración de su plantilla. Por otro lado, los Indiana Pacers también han aparecido como seria opción, en este caso en forma de sign and trade, lo que supondría la vuelta a casa de Hayward a una franquicia con un proyecto sólido, además de suponer una opción interasante para su equipo de origen.

Una experiencia fallida

La marcha de Hayward de Boston cierra el capítulo de un proyecto que estuvo gafado desde el principio. Y es que tras la fructífera adquisición de Al Horford, la llegada de Kyrie Irving y el alero de Indiana al Garden, auguraban un brillante futuro para los de Bean Town. No obstante, en apenas unos minutos del inicio de aquella campaña, el tobillo de Hayward (se) rompía en pedazos las esperanzas de la franquicia y del propio jugador.

La salida de Hayward cierra un fallido intento de nuevo Big Three de Ainge. (Foto: nba.com, Brian Spurlock-USA TODAY Sports)

Tras el calvario de su recuperación, la siguiente campaña fue una constante lucha con una mejora continua pero muy lenta. Además, la temporada se fue complicando, con un ambiente enrarecido en el vestuario y un Kyrie Irving que, si acaso, echaba más leña al fuego de la convivencia del equipo. Ya este año, tras la llegada de Kemba Walker y con su tobillo aparentemente recuperado, todo hacía indicar que podría recuperar su mejor nivel. Sin embargo, su espacio en el equipo se había visto asaltado por todo un fenómenso en alza, como Jayson Tatum, y parece ser que su confianza en Brad Stevens y su paciencia han llegado a su fin.

Boston pasa página

Mientras se desvelaba la primicia, Danny Ainge seguía con su trabajo. Por un lado, los Celtics seleccionaban al mejor tirador del Draft, el alero Aaron Nesmith, junto con el base Peyton Pritchard, en primera ronda, además del también base Yam Madar, en segunda ronda. En el capítulo de traspasos, Boston enviaba a Vincent Poirier a Oklahoma, y‏ Enes Kanter a Portland, aligerando su nómina de pívots.

Los movimientos en las oficinas de las franquicias de la NBA apenas están empezando a vislumbrase, pero con el comienzo de la nueva temporada a la vuelta de la esquina, es cuestión de poco tiempo que comencemos a ver como cristalizan los traspasos y las apuestas en firme por los escasos jugadores sin contrato en está extraño mercado de fichajes. El plan del General Manager de los Celtics y si Hayward forma parte finalmente de su estrategia, es algo que se desvelará más pronto que tarde.

Mientras tanto, es prácticamente seguro que Hayward ya ha pasado a la historia de los  Boston Celtics, así como tampoco lo hará con letras doradas, marcado por las lesiones y sin poder demostrar su mejor nivel a pesar de estar al lado de su mentor, Brad Stevens.

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