La monotonía de entrenamiento sin competir se ha instaurado en la vida de Jesús Areso desde finales de agosto. El Athletic Club ha decidido apartar al jugador navarro que le arrebató a Osasuna en 2017 por menos de 500.000 euros. Una operación que provocó un nuevo distanciamiento entre ambos clubes, ya que Osasuna cortó las relaciones institucionales con el Athletic.
Llamado a ser el gran heredero del lateral derecho se ha encontrado con un tapón importante en su promoción. En el primer equipo están Capa, Lekue y hasta Óscar de Marcos. Tres jugadores que juegan en su posición y a los que, por ahora, no puede superar. Ya que por mucho que Gaizka Garitano conoce al joven jugador no le daría la alternativa por delante de ellos en ningún caso. Porque aunque nadie lo dice públicamente, esto funciona así.
Es entonces, tras iniciar la pretemporada con el primer equipo cuando llegan las desavenencias. Areso, que acaba contrato el próximo mes de junio, pide tiempo para renovar. Esto no le gusta al Athletic, cuyos planes eran los de cederle a la UD Logroñés con quien ya había un acuerdo, ya que ve en el jugador y por informaciones que llegan al club, que puede tener un compromiso ya alcanzado con otro equipo para llegar libre el próximo verano.
Algo que desde el entorno del jugador siempre han negado, recalcando que Areso quiere triunfar en el Athletic. Pero que pide una mayor confianza en él antes de atarse en un contrato que buscaba su renovación a largo plazo. Desde entonces han pasado ya casi 3 meses y la situación sigue igual de congelada que estaba entonces. El club no se ha dirigido a un jugador que sigue mostrando una profesionalidad exquisita en los entrenamientos; pero que apunta a que si algo no cambia pronto dejará el club el próximo verano.
Algo que supondría una pérdida notoria para el club zurigorri, pues a pesar de tener a día de hoy bien cubierto el lateral, el más joven de todos ellos es Iñigo Lekue (27 años). Areso, por condiciones, nivel y progresión estaba llamado a heredar el carril, pero este enquistamiento entre las partes y al que no se ven visos de solución, hacen que todo eso se complique mucho más cada día que pasa.