La competencia en las bandas del Athletic Club es feroz. Partiendo de esa premisa, en un esquema tan cerrado y hermético como es el 4-2-3-1 de Gaizka Garitano, la superpoblación de jugadores en los costados es máxima. Con el puesto de delantero cada vez más entornado hacia Villalibre -cuando no es Raúl García quien efectúa de más adelantado- son los tres puestos por detrás del punta los que más competencia tienen. Una competencia que a Iñigo Vicente le está condenando a pasarse las semanas y los meses casi en blanco.
El de Derio solo ha jugado 32 minutos en lo que va de temporada. De ellos, 28 fueron en la jornada 4 frente al Cádiz y otros 4 en la séptima frente a Osasuna. Desde entonces, tres encuentros completos, no ha disputado un solo minuto. Jugar sabe no le será fácil. Con Williams, Berenguer, Morcillo, Muniain -además de Raúl García- y cuando Ibai Gómez y Córdoba vuelvan a estar al 100% serán muchos jugadores para tan pocos puestos. Es lo que tiene un entrenador de ideas fijas como es el también el preparador de Derio.
A Iñigo Vicente solo le queda seguir trabajando y esperar que le llegue su oportunidad o en enero salir cedido en busca de minutos. Ésta opción por ahora no se la plantea nadie, pues le ha costado llegar al primer equipo y quiere asentarse. Por eso solo le queda pelear por tener esa oportunidad que a día de hoy no se vislumbra cuando le llegará. Pero dado que la temporada es larga, posiblemente le llegue. Entonces no podrá desaprovecharla.