El nuevo batacazo del Real Madrid ante el Shatkhtar Donetsk ha hecho saltar todas las alarmas en el seno del conjunto blanco. No solo por la pésima imagen ofrecida en el terreno de juego del Olímpico de Kiev, que deja en una situación muy comprometida al club merengue y, sobre todo, a Zidane. También porque dicha debacle situó al Madrid en una situación inédita hasta la fecha: por primera vez en 28 años, podría quedar fuera de la fase eliminatoria de la Champions League.
Sin embargo, a pesar de la esperpéntica jornada cinco de la fase de grupo y, en general, la desastrosa liguilla que ha llevado a cabo el club blanco, la tragedia no terminó de consumarse del todo gracias a un factor con el que pocos contaban: el partido del Inter de Milán en Alemania. La victoria de los italianos en el Borussia Park permite que los de Zidane vuelvan a depender de sí mismos para estar en los octavos de final, con la posibilidad aún vigente de terminar como primeros de grupo.
Una última jornada que decidirá todo
El resultado cosechado por los de Conte deja un panorama poco usual en el Grupo B de la Champions, y es que cualquiera de los cuatro equipos puede clasificarse y cualquiera puede quedar fuera en función de lo que ocurra en la última jornada.
El Madrid, que al comienzo de la presente edición de Champions no habría visualizado esta situación ni en el peor de los casos, puede darse con un canto en los dientes por el hecho de depender de sí mismo para estar en octavos de final. El resultado prácticamente obligado es la victoria en la última jornada frente al Borussia Mönchengladbach, algo que garantizaría la presencia de los de Zidane en la fase eliminatoria, pero no la primera plaza. Para que esto se diese, además de ganar el partido, el club blanco tendría que esperar que el Shakhtar no se llevase los tres puntos de San Siro, algo que relegaría al Madrid a la segunda plaza por detrás de los ucranianos.
Si el Inter ganase su partido, el Madrid sería primero de grupo seguido por el cuadro milanés, algo que a priori, parecía imposible. En caso de que el encuentro de San Siro finalizase en tablas, al Borussia le valdría la derrota en el Estadio Alfredo Di Stéfano para pasar como segundo de grupo.
¿Y si el Madrid volviese a tropezar?
Pero, ¿qué pasaría si el Madrid no ganase su partido? Como es evidente, una nueva derrota supondría la eliminación automática de Zidane. Una derrota que, además, si viniese acompañada por un triunfo del Inter frente al Shakhtar, acabaría con los de Zidane en la última plaza, por lo que ni siquiera disputarían la Europa League.
Sin embargo, existe una remota posibilidad de que el Madrid accediese a la fase eliminatoria sin sumar los tres puntos frente al Borussia. Requisito imprescindible sería firmar las tablas con el conjunto alemán, pero aún más imprescindible una victoria de los de Conte en San Siro, algo que dejaría al club merengue segundo de grupo y llevaría a los italianos a la Europa League. Ningún otro resultado en San Siro sería válido para los de Zidane en caso de obtener el empate en casa frente al Borussia.
Con todo esto, a pesar de no haber hecho los deberes, el Madrid sigue más que vivo en la competición continental. Y si quiere cumplir y acceder a los octavos de final, tendrá que disputar su encuentro como si de una final se tratase, pero observando de reojo lo que ocurre en Milán el próximo 9 de diciembre.
Por @diegoguado97