Weissman da oxígeno al Valladolid

Cumplido tan solo el primer tercio de la competición, Valladolid y Osasuna viven una situación tal que cada partido es una final. Son las consecuencias del mal arranque liguero, en el caso de los pucelanos; y de una racha nefasta, 1 de los últimos 15 puntos en juego, en el caso de los navarros. Ambos técnicos ya habían manifestado en la previa también la importancia de los puntos en juego para poder salir de los puestos de descenso.

Y como si fuera una final se desarrolló el encuentro, con un tiempo para cada equipo,alternativas en el juego,en el marcador y sobre todo goles.El partido se pondría de cara para los locales muy pronto. A los 6 minutos Weissman controlaba maravillosamente un complicado pase de Plano y batía al portero navarro. Los pucelanos habían empezado más enchufados el partido y obtenían su recompensa. De paso el delantero israelí hacía buena la apuesta de Sergio por su titularidad y las declaraciones del técnico entre semana. Pero ese gol, fue un espejismo. Los navarros tomaron el mando del encuentro y poco a poco se fueron imponiendo a un Valladolid cada vez más inofensivo. Mientras Mesa y Alcaraz se deseperaban ante las pérdidas continuas de balón, Oier y Raúl García daban alas a los visitantes. El empate no tardaría en llegar con un cabezazo de Budimir tras un error defensivo. Joaquín se tragó el amago del delantero navarro y éste remató solo en el punto de penalti un  fantástico balón de Oier. El gol dió confianza a los visitantes y hundió aún más a un Valladolid que no encontraba la manera de sacudirse el dominio rojillo. El Osasuna dominaba a placer y fruto de ese dominio llegó el gol de Torres que hacía justicia  al gran primer tiempo visitante  y al pésimo juego blanquivioleta.

La segunda parte fue otra historia. La bronca de Sergio en el descanso fue de lo más efectiva. El equipo era otro sobre todo en actitud. De la mano de Roque Mesa el equipo creció y empezó a crear peligro por ambas bandas. Empezaron a aparecer Plano, Orellana, André y Nacho, la banda izquierda que estaba prácticamente inédita. En apenas 7 minutos el Valladolid forzó 3 córners y a la salida de uno de ellos llegó el penalti sobre Joaquín que transformó con una calidad brutal Orellana. Se iniciaba un nuevo partido pero ya estaba de cara para los pucelanos.

El balón era de los locales que con la entrada de Jota y sobre todo de Hervías dio todavía  mayor mordiente al ataque pucelano. Fruto de una jugada entre ambos llegaría el gol de la victoria, Hervías puso un fantástico balón al segundo palo que Weissman envió al fondo con un no menos fenomenal cabezazo. El Valladolid se volvía a poner por delante y supo conservar la ventaja a pesar de las arremetidas finales de los de Arrasate.

El Valladolid abandona de momento la zona baja en la que deja a un Osasuna que desapareció en la segunda mitad y pone en duda la continuidad de su técnico tras sumar un solo punto en los últimos seis partidos.