Un tesoro de nombre Jules Koundé
El defensa galo volvió a certificar en el Coliseum con un gran partido el 'ojo' que tuvo Monchi para su fichaje, bastante criticado en sus inicios
A día de hoy no es descabellado decir que Jules Koundé es uno de los centrales, sino top de Europa, con progresión clara de ser top. Un fichaje captado por Monchi a un precio que en su momento hizo que algunos se llevasen las manos a la cabeza, pero que le ha acabado dando la razón al de San Fernando. Lo mismo que cuando este verano algunos, pocos, eso sí, decían que el bueno era Diego Carlos y que de vender a un central ese debía ser Koundé. Porque siendo Diego Carlos un magnífico central, el francés si no es ya como él, no tardará en serlo, pero es que además se confirmó como un más que buen lateral si tiene que jugar ahí.
En el Coliseum el Sevilla se llevó un partido feo de ver. Un partido malo de ambos, también del Sevilla aunque finalmente se lleve los puntos, que es lo mejor que se puede extraer del partido. Pero la realidad es que en ese partido hay un nombre que hizo mucho -además de Etxeita con su autogol- por que el Sevilla se lo llevase: Koundé. El galo salvó el gol getafense casi bajo palos en una acción que recuerda mucho a aquella del Inter en la última Europa League cosechada y que no es la primera este año (véase Krasnodar). Pero además se convirtió en un canalizador más del juego ofensivo.
El francés, con las espaldas cubiertas por Fernando, se lanzó al ataque. Tenía pista. Era el hombre libre. Los defensas del Getafe no acertaban a decidir qué compañero debía saltar sobre él sin romper la férrea defensa conformada. Primero acertó con un pase interior a Ocampos que terminó con un doble disparo de Acuña. Era el primer aviso que demostró que el Getafe tenía una vía de agua por la que percutir y lo hicieron tanto Aleix Vidal como Suso. Al final tanto fue el cántaro a la fuente que llegó el gol sevillista. Koundé no fue un protagonista directo de la jugada, pero sus acciones activaron al equipo. Porque además de destruir, Koundé sabe construir. Y eso es un tesoro para cualquier club.