Jornada redonda para los equipos asturianos en Segunda División. Oviedo y Sporting lograron dos importantes triunfos, frente a Tenerife y Zaragoza respectivamente, en dos choques radicalmente opuestos. Y es que si en el duelo del Tartiere no hubo un solo minuto para respirar, en El Molinón apenas pasaron cosas hasta que Djurdjevic apareció para dejar el triunfo en casa. Los azules afrontan esta nueva semana de competición en la mitad de la tabla, cerca ya de la zona noble, mientras que el cuadro rojiblanco logró mantener en solitario la quinta plaza.
Djuka volvió a enderezar el camino
- Un partido feo para el espectador: El partido frente al Real Zaragoza en El Molinón no fue bonito precisamente. El cuadro maño, dirigido aún por Iván Martínez, demostró tener estudiado al Sporting y especialmente el posicionamiento de Manu García y Pedro Díaz. El cuadro maño, aunque presionó alto, no buscaba impedir la salida de balón rojiblanca, pero sí hacerla lenta y espesa. Eso lo logró en casi todo el partido. Una manera de querer salir de Gijón con algún punto y la portería a cero.
- Muchas imprecisiones: A ese planteamiento se unió que el Sporting estuvo muy espeso en campo contrario. Imprecisiones constantes, sobre todo de Gragera y Pedro Díaz, a lo que se unió un mal partido de Aitor García. El onubense no está teniendo su mejor campaña, pero en este partido en especial tomó muchas veces, bastantes malas decisiones. En general, en el frente del ataque, solo Djuka y Gaspar se puede decir que hicieron un partido con cosas realmente a destacar en ambos.
- Djuka y Saúl vuelven a combinar: Pero cuando el partido parecía que nadie podía desatascarlo, finalmente lo hicieron dos jugadores que ya se entendieron de forma clave en más ocasiones. Saúl García dio su tercera asistencia de la temporada, segunda a Djuka y llegó así el único gol del encuentro. Un centro medido al segundo palo que de ir más corto o más largo no hubiese acabado en la red. Un gol que sirvió para derribar del todo a un Real Zaragoza que vio como su plan de anteponer su portería a cero a mostrar algo de ambición, no funcionó.
- Una victoria que sale cara: Sin embargo el triunfo le sale caro al equipo rojiblanco. Aunque lo de Pedro Díaz quedó en un susto por la fuerte entrada de Eguaras, lo de Manu García y Babin si han sido lesiones que les harán perderse partidos. El francés no jugará en Copa del Rey y veremos el del próximo lunes frente al Leganés. En el caso del mediapunta ovetense se perderá seguro la visita de los pepineros a Gijón y veremos si alguno más. Todo dependerá del alcance de esa lesión muscular que, como dato, es la primera que sufre en su carrera.
Leschuk y Borja iluminan al Oviedo
- Un comienzo arrollador. Fueron diez minutos de auténtica locura. Pomares allanó el camino del Oviedo con una entrada tan dura como innecesaria que dejó al Tenerife en inferioridad antes de que se alcanzase el primer minuto de partido. Los azules no perdonaron a un equipo que tardó en reaccionar a la roja y encontraron en la banda derecha la llave hacia el gol. No pasó mucho tiempo hasta que los de Ziganda, esta vez por el otro costado, golpeó la red insular tras una gran acción de Mossa que culminó de nuevo Leschuk. Tras este segundo tanto, los asturianos se hicieron con el control absoluto del balón. Las ocasiones seguían llegando y el Tenerife apenas aparecía por la meta de Femenías. Parecía un partido tranquilo, pero…
- Dos accidentes y una reacción clave. Con el Oviedo dominando el partido, un error en salida de balón propició la acción del 2-1. Parecía un accidente porque los azules seguían controlando el encuentro y generando acciones para alejarse en el marcador. Pero, pese a ello, el cuadro carbayón encajó el empate en otra acción donde los asturianos no estuvieron acertados defensivamente. El empate fue un auténtico jarro de agua fría del que el Oviedo se repuso al instante gracias a un tanto de Rodri en el que era el primer balón que tocaba. Un tanto clave que Borja Sánchez, a pase de Leschuk, hizo bueno en el tramo final para certificar un nuevo triunfo del equipo de Ziganda.
- Mirar hacia arriba. El Oviedo se ha ganado su derecho a mirar más allá de la salvación. Los azules están cuajando una gran temporada y, pese a un comienzo irregular en cuanto a resultados, el equipo parece haber encontrado la fórmula necesaria para que las sensaciones sean acompañadas por resultados. El cuadro carbayón es un equipo reconocible que tiene en Leschuk y Borja Sánchez los dos pilares sobre los que se sustenta el juego ofensivo. A eso hay que añadir el buen momento de la segunda línea, que sigue aportando acciones decisivas. También de los chicos de la casa, que a lo largo de las últimas semanas se han ganado el derecho a ser una alternativa real.
- Mitad del camino superada. El buen momento del Oviedo no hace olvidar a muchos el pasado más reciente. Más que encontrarse a más o menos puntos de la zona noble de la tabla, muchos ven el triunfo ante el Tenerife el haber completado la mitad del camino de la salvación. Veinticinco de los, a priori, cincuenta puntos que te permiten continuar un año más en la categoría. Sea como fuere, lo que está claro es que cuanto primero se llegue a esa cifra, primero se puede pensar en cotas más altas.