Cucho desatasca al Getafe
Un gol solitario del delantero colombiano permitió a Bordalás respirar y poner al Getafe cerca de Europa, frente a un Cádiz falto de ideas arriba.
Los azulones viajaban a tierras andaluzas para enfrentarse al matagigantes de la temporada. Bordalás tenía a su equipo en la zona de descenso, algo que seguía sorprendiendo a muchos, y su intención era la de ganar únicamente. Por su parte, los de Cervera querían levantarse, tras la dolorosa derrota en Balaídos, y un partido en su casa podía ser el mejor escenario para ello.
Cucho abre el cerrojo amarillo
Las ocasiones no serían precisamente las protagonistas en el inicio del partido. Ambos conjuntos estaban probándose tácticamente pero ninguno de los dos guardametas estaba teniendo trabajo alguno. Ni Negredo ni Ángel estaban teniendo balones dentro del área pero no por ello estaban teniendo poco trabajo. La intensidad de Getafe y Cádiz sería alta, y eso avecinaba un partido atractivo.
La falta de ocasiones era lo que estaba dejando la primera mitad un tanto aburrida y, salvo un tiro de Olivera, antes de la primera media hora de partido no hubo nada destacable ofensivamente. El partido se estaba convirtiendo en una guerra de trincheras, donde casi todos los jugadores de cada equipo defendían y luego atacaban con miedo a una sorpresa a la contra. Junto a esto, como ya es habitual en ellos, tanto Cervera como Bordalás no se habían sentado en todo lo que iba de partido y seguían retocando algunos detalles para hacer a sus equipos mucho más peligrosos arriba.
Las dificultades para entrar en el área llevarían a que el Cucho tuviera que inventarse un gran tiro desde fuera del área para abrir el marcador. La defensa gaditana cometería el error de darle el suficiente espacio para pensar y tirar, algo que coincidiría con un Ledesma algo descolocado y que no veía lo que sucedía fuera del área. El tiro del colombiano iría directamente a portería y eso daría la primera celebración de la tarde.
Sin ideas para la remontada
La reanudación tras el descanso ampliaría la superioridad del Getafe. Los azulones, vestidos de blanco en esta ocasión, empezaban a tirar cada vez más a la portería de Ledesma y podían ampliar el resultado si la defensa gaditana cometía otro error. A pesar de ello, los de Cervera se encomendarían a un Perea que estaba siendo la única creatividad del equipo y que empezaba a ser también el único que miraba a portería.
El técnico cadista decidiría hacer uno de sus cambios radicales que a veces no entiende tanto el aficionado. Con tres jugadores llegaría un cambio del sistema que le quería hacer mucho más fiable atrás y más rápido por las bandas. El Cádiz necesitaba marcar como fuera y esta era la forma en que lo buscaría Cervera. Por su parte, Bordalás había ordenado a los suyos tener vigilado a Perea, quien estaba recibiendo una lluvia de faltas que le estaba imposibilitando dar lo mejor de si mismo.
Sin embargo, el Cádiz no conseguiría generar lo suficiente para poner en riesgo la portería a cero del debutante Yáñez. Pasaría lo contrario, que una contra del Getafe en los minutos de descuento, sentenciando Maksimovic. El final del partido dejaría ver que los gaditanos no tenían tantas ideas como en otros encuentros y que esto pesaría para caer en su feudo. Por su parte, Bordalás conseguiría sumar tres puntos que le sacaban del pozo y dejándole en mitad de la tabla a pocos puntos de Europa.